El adelanto electoral deja en el limbo a los senadores territoriales valencianos

Al coincidir por vez primera las elecciones generales y las autonómicas, los senadores territoriales acabaron su mandato con la disolución de Les Corts por la convocatoria electoral. La Cámara no podrá nombrar a los nuevos hasta que se constituya el nuevo hemiciclo autonómico y tras un procedimiento que ahora pretende abreviarse, o suprimirse. La medida que se tomará, y que sea legal, aún se ignora. Sólo está claro que, Houston, tenemos un problema.

Los senadores en representación de la Comunitat (que esta vez serán cinco en lugar de seis, por la pérdida de población, una rebaja que se pudo incorporar en 2016 pero que se retrasó a las siguientes elecciones generales, las que se celebrarán ahora) son elegidos en un pleno específico de Les Corts, la cual no se constituirá hasta el 16 de mayo, tras las elecciones autonómicas del 28 de abril. El Senado se constituye el 21 de mayo, y en esa sesión se designa la Mesa de la Cámara Alta, y en las semanas posteriores se van configurando comisiones de trabajo. Si Les Corts cumpliese con los plazos convencionales, tal y como ocurrió en 2015, no designaría a su senadores territoriales hasta mediados de julio, cuando en la Cámara Alta ya estén señalados todos los cargos de relevancia. Adiós al poder valenciano en términos senatoriales.

La modificación de la ley de designación de senadores aprobada en 2016 eliminó la obligatoriedad de que los candidatos deban comparecer previamente en una comisión de Les Corts, que se introdujo en 2010, lo que en teoría permitirá acelerar el proceso para la designación de los nuevos senadores territoriales. La norma valenciana señala que los senadores de designación son elegidos para cuatro años según el ciclo electoral autonómico. Nadie pensó en ese momento que los comicios valencianos podían celebrarse a la vez que las elecciones generales, sino que se producirían antes o después. Pero siguiendo a rajatabla la Ley de Murphy («si algo malo puede pasar, pasará»), ambas citas electorales sí se van a celebrar el 28 de abril por decisión de Pedro Sánchez y, posteriormente, de Ximo Puig. Hasta que Joan Lerma no advirtió del problema que se iba a dar, nadie había reparado en la situación. Que sea el expresidente de la Generalitat y senador quien avise del asunto no es baladí. Lerma lleva dos legislaturas participando en la Mesa del Senado. Es el único senador valenciano con opciones para presidir la Cámara Alta si contase con los votos suficientes. Esa posibilidad queda en riesgo tras la decisión de Puig, ahora presidente de la Generalitat y durante años jefe de Gabinete del propio Lerma en la primera etapa de los socialistas al frente de la Generalitat.

El portavoz socialista en Les Corts, Manolo Mata, admitió que al legislar sobre la designación de los senadores territoriales nadie previó la coincidiencia electoral, por lo que ahora hay que buscar una solución técnica y jurídica. Fran Ferri, de Compromís, reconoció que se equivocaron y que habrá que modificar la ley. El PP adviritió del problema, Houston, y recordó que ellos ya reclamaron que cualquier ley de Les Corts debería recibir un asesoramiento con el que sí cuenta el Consell. ¿Soluciones? Quizá saltarse el 'examen' a los senadores, reunirse para designarlos prácticamente a la vez que se constituyan Les Corts... Al margen de los problemas legales se puede dar alguno político y de gran nivel: se nombrarán a cinco senadores y probablemente habrán seis partidos (PP, PSPV, Compromís, Ciudados, Podemos y Vox) representados en la Cámara, lo cual dejará a uno fuera. Uno, o dos. El quinteto quedará asignado por la Ley d'Hondt, pero que cada grupo parlamentario pueda elegir a uno de los cinco senadores (o a dos, si logra un gran resultado) no quiere decir que el designado sea de su partido, pues serán tiempo de pactos, cesiones y quid pro quo. Y eso deberá resolverse a toda prisa.