La Sindicatura pide los datos de los gastos de los partidos en Les Corts
El organismo auditor lleva dos meses revisando las cuentas parlamentarias, el primer análisis que realiza a la Cámara, centrado en el control de las subvenciones
BURGUERA
Lunes, 8 de mayo 2017, 19:01
La Sindicatura de Comptes lleva cerca de dos meses revisando las cuentas de Les Corts. Se trata la primera vez que la Cámara pasa por una auditoría del organismo estatutario, que, por otro lado, depende de la institución parlamentaria. La actuación es una iniciativa aprobada por la Mesa de Les Corts en los tiempos que presidía la Cámara Juan Cotino y está dentro del calendario de actuaciones previstas por la institución que dirige Vicent Cucarella. Sin embargo, se está haciendo con tal discreción que varios de los diputados consultados por este periódico ignoraban que en los despachos del poder legislativo se hayan desplazado los técnicos de la Sindicatura, que están pidiendo mucha información sobre las cuentas, haberes y deberes del parlamento valenciano, especialmente en lo relativo a las subvenciones de los grupos políticos allí representados y en el modo en que ese dinero se ha invertido por parte de los partidos: contrataciones y justificación de gastos, principalmente.
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El personal de la Sindicatura está trabajando con esos números, que no son precisamente transparentes a tenor de lo mucho que les ha costado a los grupos parlamentarios desvelar sus cuentas en la web de Les Corts. Hasta dentro de un mes no se espera que terminen este análisis de la actividad financiera de la Cámara, sobre los datos económicos tanto de 2015 como del ejercicio pasado. Fuentes vinculadas a los trabajos de supervisión señalan que se están detectando algunos defectos en la forma en que se han tramitado contratos y firmas de convenios, irregularidades leves, si bien es cierto que el análisis contable del modo en que los partidos han manejado las subvenciones aún está iniciándose.
En los presupuestos de este año, las formaciones políticas con representación parlamentaria (PP, PSPV, Compromís, Ciudadanos y Podemos) cuentan con una asignación para gastos de funcionamiento de 3,5 millones de euros.
La oposición, esencialmente desde el PP, espera con cierta expectación el resultado de esta auditoría, ya que la gestión de Enric Morera al frente de la institución se contempla con cierta sorpresa por parte de los populares. Los convenios de ayudas a diversos sectores, como el de la pelota valenciana, puso en alerta a los diputados de la oposición, que igualmente se sienten sorprendidos al ver que, con motivo del pasado 25 de abril, la Cámara autorizó el pago de un concierto y un desfile de varias bandas de música en la plaza de Toros de Valencia a las cuales se les pagó 5.000 euros a cada una de ellas, cantidad tan redonda y unánime como una tarifa plana. Igualmente, también con motivo de ese Día de Les Corts, se volvió a recuperar una costumbre (muy criticada), la del ágape con vino de honor y aperitivo, que fue muy mal vista por la oposición durante la anterior legislatura. Ahora gobiernan. Así, tras las elecciones de 2015 se constituyó el nuevo parlamento que desde entonces sostiene al tripartito y, precisamente, en su estreno, el breve presidente Francesc Colomer (20 días al frente de Les Corts) ordenó retirar el ágape de inauguración de la legislatura para cederlo a sociedades benéficas, gesto que se quiso interpretar como símbolo de los nuevos tiempos políticos y que actualmente ya no se considera necesario repetir.
No es el único caso de ida y vuelta de la actual regencia de la Cámara. Se difundió a finales del año pasado que la Agencia Antifraude se ubicaría en un edificio que finalmente se ha descartado por el excesivo coste que supondría su adaptación a funciones administrativas. Igualmente, si Enric Morera, sucesor de Colomer, hace poco menos de un año se mostró partidario de devolver al Consell el edificio donde estaba situada la Casa de los Dulces, el pasado mes de marzo anunció que cambiaba de opinión y aseguró que sería la Cámara autonómica la que se lanzase a la restauración de la emblemática esquina entre las calles Conde Trénor y Muro de Santa Anta.
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El viraje de Morera, ante el que nadie se opuso en la Mesa de Les Corts, se argumentó en que si la Cámara renunciaba a gestionar ese edificio, además de devolvérselo a su dueño, el Consell, también tenía que retornar a la Conselleria de Hacienda alrededor de 4,6 millones de euros que ahorró en la gestión del pasado ejercicio. La decisión de la Cámara causó cierta sorpresa incluso entre sus propios compañeros de Compromís. La coalición interpreta que el presidente del Bloc (renunció a pelear por continuar como secretario general, puesto que actualmente ocupa Àgueda Micó) está buscándose un perfil menos institucional con el fin de ejercer un papel más político. Y en política ya se sabe que sin manejar dinero es imposible ganar repercusión. La Sindicatura de Comptes comprueba ahora si esa gestión se hace correctamente.
Morera y su entorno no quieren que el Gobierno valenciano recorte el presupuesto (y el protagonismo) de la Cámara. En el anterior ejercicio la Presidencia de Les Corts ya evitó reclamar al Ejecutivo autonómico una deuda de 6,5 millones y ahora no están dispuestos a ver disminuida la dotación que perciben.
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