El Govern catalán multa a decenas de comercios al año

«Se está copiando el modelo de inmersión catalana, que la experiencia demuestra que no ha llevado a una convivencia pacífica de lenguas, sino a la imposición y la división», recriminó ayer Ferrer San-Segundo al Consell con motivo de la elaboración del proyecto para crear la Oficina de Derechos Lingüísticos, en cuyo artículo cuarto señala que las quejas de los consumidores, en referencia a la vulneración a sus derechos a hablar en valenciano, la ODL las tramitará «a los órganos que tienen competencias en materias de consumo o turismo».

En Cataluña, las multas lingüísticas están incluidas en la Ley del Código de Consumo de Cataluña, redactada durante los gobiernos de CiU pero aplicada a partir de 2010, con la llegada del tripartito (PSC, ERC e ICV).

En función de esta normativa, en Cataluña se multó a 68 negocios durante 2015, según recogió 'El Mundo' en una respuesta parlamentaria al PP. Un año antes, los comercios sancionados fueron 57. Las multas oscilan entre los 1.000 y los 2.000 euros por no usar el catalán en sus menús. Una veintena de estas empresas tienen su sede en otras partes de España, lo que no les exime de cumplir las directrices idiomáticas que establecen los nacionalistas.

Con motivo de la puesta en marcha de esta normativa, la Generalitat catalana impuso 226 sanciones a comercios por no rotular en catalán, si bien fueron levantadas más de 6.000 actas por no utilizar la lengua autóctona. Se envió a las empresas durante 2011 un millar de requerimientos, y realizó 2.400 denuncias de las que un 10% acabaron con sanciones.