El grupo propio de Compromís en el Congreso le reportaría 300.000 euros más al año

Disponer de grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados supone para cualquier partido o coalición que cumpla las condiciones marcadas por el Reglamento disponer de visibilidad constante tanto en el hemiciclo de la Cámara Baja como en las distintas comisiones. Además de ganar en presencia, también se consigue una buena cartera por las ayudas previstas para el funcionamiento de los grupos parlamentarios.

Si finalmente los nueve diputados de Compromís-Podemos Ès el Moment consiguen ese objetivo, obtendrán 520.877 euros anuales sólamente en el Congreso de los Diputados. El artículo 28 del Reglamento, en su apartado primero especifica que el Congreso «pondrá a disposición de los grupos parlamentarios, locales y medios materiales suficientes y les asignará, con cargo a su presupuesto, una subvención fija idéntica para todos y otra variable en función del número de Diputados de cada uno de ellos».

Esa asignación fija asciende a 28.597,08 euros mensuales. La variable depende del número de parlamentarios de cada grupo. Se concede 1.645 euros al mes por cada diputado.

Por ello, si Compromís-Podemos lograra grupo parlamentario le supondría a las arcas del Congreso de los Diputados un desembolso anual de 520.877 euros. Eso sin contar que los diputados podrían disponer de unos siete asesores y mayores sueldos para el portavoz, el portavoz adjunto y los portavoces en las comisiones parlamentarias.

Si finalmente estos nueve diputados no lograran constituir un grupo parlamentario, el bajón en percepciones de ayudas sería considerable. Bajo el supuesto de que los nueve diputados se integraran en el grupo parlamentario de Podemos -este no está en discusión-, estos nueve diputados generarían 222.473,5 euros al conjunto de oradores liderado por Pablo Iglesias. Eso supone que le costaría casi 300.000 euros menos anuales al presupuesto del Congreso de los Diputados.

Los normal es que si no consiguen disponer de grupo parlamentario, los cuatro diputados de Compromís (dos pertenecientes al Bloc y otros dos a Iniciativa de Mónica Oltra) irían a parar al grupo mixto y los cinco de Podemos se pondrían bajo la tutela de su jefe de filas, Pablo Iglesias. Al menos eso es lo que Joan Baldoví y Ángela Ballester aseguraron pocos días antes de las elecciones del pasado 20 de diciembre en una conferencia organizada por Nueva Economía Fórum.

Hoy por hoy, Compromís-Podemos no tiene garantizado disponer de grupo parlamentario, por mucho que Pablo Iglesias se haya comprometido. PP y Ciudadanos han advertido por activa y por pasiva que no, que por ahí no pasan. Consideran, especialmente Ciudadanos, que lo hacen para tener más tiempo de intervención y más dinero, alrededor de un millón de euros más que si se constituyeran como un solo grupo y no los cuatro (Podemos, las Mareas de Galicia, Catalunya en Comú y Compromís), que pretenden.

El PSOE, en principio, tampoco está muy dispuesto. Como mucho al partido de Pedro Sánchez le han arrancado desde Podemos el compromiso de estudiar la situación.

Manejan en el Congreso aplicar una fórmula que puso en práctica el que fuera presidente del Congreso entre 1986 y 1996, Félix Pons. En los años 80 se crearon agrupaciones dentro del grupo mixto. Esa es la fórmula que socialistas y populares han pensado y que Podemos disponga de tres agrupaciones, una de ellas Compromís, dentro de un único grupo parlamentario. Otra es que Podemos se comprometa a aceptar un informe jurídico de la Cámara.

El Tribunal Constitucional se ha pronunciado media docena de veces por conflictos en la creación de grupos parlamentarios y siempre ha fallado a favor de lo que hubiese decidido la Mesa del Congreso.

Joan Baldoví, tras recoger ayer en el Congreso su acta de diputado como líder y portavoz potencial del grupo que ha bautizado como valenciano, advirtió de que no le gustaría apoyar a un presidente del Congreso que después no fuera justo y «vetara» que se pudieran constituir como grupo parlamentario cuando «tenemos el 25% de los votos, nueve diputados y el grupo no se puede poner en duda». «Si hubiésemos querido presentarnos sólamente como Podemos lo hubiéramos hecho», puntualizó.

La líder de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, se pronunció en la misma línea que Baldoví. «Tenemos derecho a grupo propio porque no somos Podemos. La coalición que se presentó a las elecciones generales no es Podemos», incidió. Reconoció que si se hubieran presentado por separado ambas formaciones no habrían obtenido el mismo resultado electoral «pero fuimos en un proyecto común que no es equiparable a Podemos».

Oltra afirmó también que la doctrina de la Junta Electoral ha dejado «muchas veces claro» que una coalición electoral no suma a los diputados que consigue en otras circunscripciones uno de los integrantes de esa coalición y desvinculó la intención de tener grupo propio parlamentario de buscar ventajas económicas.

Compromís no las tiene todas consigo, al igual que le sucede a los grupos de izquierdas que plantearon coaliciones con Podemos en Galicia y Cataluña, de ahí la presión que realiza, al PSOE, con la amenaza de no apoyar a los socialistas para su presencia en la Mesa del Congreso.