Bonig: «Al final alguien tiene que decidir y te decides por las personas que encarnan lo que yo quería: experiencia y renovación»

La Thatcher de la Vall, Isabel Bonig, acaba de afrontar su primer examen como presidenta del PPCV con las listas para las elecciones generales del 20 de diciembre. Y junto a sus tres barones provinciales lo ha superado. Sigue detestando las cuotas para las mujeres y no trata de esconder su responsabilidad en la elaboración de las candidaturas del PPCV.

-¿Puede explicar los motivos por los que un miembro del Gobierno de Rajoy como el ministro García-Margallo no podía encabezar la lista del PP al Congreso por Valencia?

-Podía encabezarla perfectamente pero se consideró más oportuno que fuera por Alicante. García Margallo es un magnífico ministro, uno de los mejor valorados, tiene vinculación con la Comunitat y representa muy bien el sentimiento y el espíritu de esta tierra, una persona que domina idiomas, con una amplia formación y abierta al mundo. Y esta Comunitat necesita a esa gente.

-¿La presencia de García-Margallo en las listas resta?

-Nunca hemos considerado que pudiera restar, todo lo contrario, es un activo.

-El pasado miércoles en Les Corts dijo que las candidaturas del PPCV combinan experiencia y renovación. ¿En los puestos de salida, quién encarna esa experiencia?

-Experiencia tiene Miguel Barrachina, experiencia tiene Elena Bastidas y experiencia tiene García Margallo. No está reñida la juventud con la experiencia. El momento de hacer listas es el más complicado porque tienes que decidir entre personas valiosas que se creen con capacidades para integrar la lista. Al final alguien tiene que decidir y te decides por las personas que encarnan lo que yo quería, experiencia y renovación.

-¿Es verdad, como se ha dicho, que a Susana Camarero se le aparta de la lista al Congreso por su cercanía a Serafín Castellano?

-Lo importante es aunar todas las sensibilidades. Susana Camarero dejó de ser diputada para ocupar una Secretaría de Estado y se ha considerado conveniente que vaya al Senado para dar una vuelta de tuerca a la Cámara Alta.

-¿Y Gil Lázaro? ¿Qué razones justifican que ocupara el número tres en 2011 y ahora vaya el séptimo con difícil opción de ser elegido?

-Evidentemente, todos no cabían porque las expectativas no son las mismas que en 2011, cuando se sacó un resultado histórico. Al final, los criterios para determinar son complicados porque hay mucha gente válida, pero también es verdad que se requería, y nuestra gente así lo solicita, de una renovación. Y es verdad que el señor Gil Lázaro, que tiene una trayectoria intachable y un profundo conocimiento, también lleva tiempo. Va el número siete y hay que obtener el mejor resultado y formar gobierno y estoy absolutamente convencida de que habrá valencianos aportando su granito de arena.

-En los cinco primeros puestos de la lista del PP por Valencia no figura ningún nombre de cercanía indiscutible con la exalcaldesa Rita Barberá. ¿Es la demostración de que se abre una nueva etapa?

-Ni cercanía ni no cercanía. Creo que es lo que estaban esperando los militantes. Siempre digo que si nadie hubiese confiado en mí para encabezar la lista a la alcaldía de Vall dUxó no sería hoy la presidenta regional. El PP en su momento apostó por personas como María José Català en Torrent, como Mario García en Nules, Mercedes Alonso o Adela Pedrosa. Dimos el salto. Así se hacen las cosas, intentando elegir a gente que crees que tiene cualidades y exigirle que las demuestre. Creo que empieza una nueva etapa: todos aquellos que no estén comprometidos con el territorio y con las personas van a tener difícil repetir, incluida yo.

-El número uno lo ocupa una persona cercana a usted. El dos, otra cercana a Vicente Betoret. El tres, un alto cargo del Gobierno impuesto por Génova. ¿El criterio ha sido poner en puestos de salida a afines?

-No. Para nada. Ha sido hablar con los presidentes provinciales, determinar los perfiles que queríamos y después ir señalando a esas personas, combinando a gente más conocida con menos conocida pero con una trayectoria. Hemos mandado el mensaje de que el partido tiene cantera y que llegado el momento tiene que dar el salto. Y sobre todo, algo que ya les he dicho a los candidatos pero se lo voy a repetir: es fundamental que diputados y senadores se impliquen en el territorio, las comarcas y con la gente.

-¿María José Català le pidió estar en las listas?

-No. Nunca.

-¿Y le consta si algún dirigente presionó para que la incorporara?

-No. Para nada.

-¿Qué ha visto en Elena Bastidas para ser la número uno al Congreso? ¿Qué espera de ella?

-Espero mucho. Sé que lo va a hacer muy bien y que va a superar las expectativas puestas en ella. Representa todos los valores de esta nueva etapa del PP: es mujer y no está ahí por cuota. Es una persona inteligente y preparada, con un discurso claro y contundente, una persona honrada y que sabe que en política se viene a servir y nunca a ser servidos. Y, además, viene de la base.

-¿Está contenta con el papel que juega Rita Barberá en esta etapa?

-Mucho. Creo que no es fácil para una persona que ha estado 24 años en el gobierno de la ciudad, que ha sido un referente para todos. Ha transformado Valencia y eso no se lo puede negar absolutamente nadie, que asumió ir en listas cuando hubiera sido mucho más fácil retirarse y tuvo un comportamiento ejemplar en la campaña. Ahora está en el Senado y está ayudando. Algunas voces dicen que impone y dicta. Para nada. Da un consejo y siempre acaba diciendo: "Pero tu eres presidenta y tu decidirás".

-Los tres barones provinciales han sacado adelante sus listas. ¿Es partidaria de que repitan como presidentes en los próximos congresos?

-Dependerá de lo que ellos quieran y decida la militancia, pero a mí me parece bien. Javier Moliner ha hecho un magnífico trabajo. Vicente Betoret está empezando en un momento difícil que todo el mundo sabe. Y Pepe Císcar, en una provincia importantísima, después de las batallas internas que ha habido en Alicante, está realizando una labor fundamental. Y algo que tienen en común los tres: han dado paso a toda una generación para tomar las riendas.

-¿Cómo planteará la campaña?

-De movilización de los nuestros y de mucha presencia en los medios, con caras nuevas, mensajes concretos y mucha ilusión. Ha sido una etapa muy complicada pero ya hay cierto respiro, ya hay cierto optimismo.

-Hace cuatro años el PP consiguió en la Comunitat 1.390.000 votos. ¿Que resultado mínimo espera?

-Es verdad que obtener los números de 2011 es muy difícil, hay que ser realistas. El objetivo es mejorar el resultado de las elecciones autonómicas del 24 de mayo. No ha pasado tiempo suficiente pero la gente ya está viendo estos tripartitos y cuatripartitos.

-¿Si no se logra qué hará?

-Continuar trabajando.

-¿Habrá mitin del PP en la plaza de toros de Valencia?

-No lo he hablado con Génova pero seguramente no por el coste y por las fechas. En vísperas de Navidad las condiciones meeorológicas no deben de ser las más adecuadas. Además, creo que todos los años se instala el circo.

-¿Tiene que dar una sacudida al partido para ponerlo en marcha?

-Está empezando a revitalizarse pero siempre hay cosas que cambiar y deben ir agotándose etapas. Ahora vienen las elecciones del 20-D en las que nos jugamos o consolidar la recuperación y una posición firme frente al separatismo catalán, o una amalgama de izquierdas como en los ayuntamientos. Luego, los congresos y trabajar en una estrategia y un mensaje para ilusionar, que vuelva a conectar al PP con los valencianos después de que en mayo nos dieran un toque de atención debido a cierto agotamiento del proyecto y a la corrupción que nos ha pasado factura. Y luego habrá que preparar las locales, en las que habrá candidatos que no repetirán.

-¿Aún mantiene esa teoría de que la legislatura durará dos años?

-Absolutamente.

-¿En qué la basa?

-En que es muy difícil contrastar proyectos y gobernar, en que se está demostrando que la izquierda no sabe gestionar y que cuatro meses han bastado para ver que prevalecen los intereses partidistas al del bien común. Vas a cualquier conselleria y te lo cuentan: el dichoso mestizaje no es de colaboración, como dice Oltra, sino vigilancia, porque no se fían. Después de 20 años fuera del poder, el PSPV mire cómo está y Bloc-Compromís, desangrándose y lío tras lío. Y esos líos afectan a la gestión porque Morera está pendiente de que no le quiten el sillón de Les Corts y Oltra, de tirar a Puig para colocarse ella y dinamitar el Bloc-Compromís, salirse con la suya y pactar con Podemos, como ha sucedido. En Compromís, que si se tienen que refundar y en el Bloc, que tienen que repetir un referéndum porque ha salido determinado resultado y se tiene que volver a cocinar... Menos mal que era el PP el que elegía sus candidatos a dedo, porque si la democracia es la de Bloc-Compromís, que Dios nos pille confesados.

-¿Es consciente de que al retirar su proposición no de ley sobre la unidad de España le entrega en bandeja la iniciativa a Cs en Les Corts?

-No hemos entregado la iniciativa. Tras el acuerdo y el mensaje de unidad entre el presidente Rajoy y el líder de la oposición, entendimos que debíamos sacar la proposición no de ley del debate en Les Corts para no entorpecer. Rajoy también llamó a Albert Rivera en un gesto de transparencia y consenso. Quien lidera es Mariano Rajoy. Ciudadanos puede presentar lo que quiera. Ahí se demuestra la responsabilidad de Estado.

-¿Qué va a votar en Les Corts cuando se debata la propuesta de Cs?

-Primero la tendré que leer bien y si es similar a la del PP, por supuesto votaremos a favor.