Puig, a Punset: «No vea problemas donde no los hay»

El candidato a la presidencia de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, replicó ayer a la portavoz de Ciudadanos, Carolina Punset, que «el valencianismo» que él pueda representar «no es un peligro», y le aseguró que está abierto a «dialogar» y «a eliminar los fantasmas» que aún pueda haber.

En la réplica a Punset durante el debate de investidura, Puig afirmó que no es nacionalista, sino una persona progresista, «un demócrata sobre todo», que entiende que no se puede querer al mundo si primero no quieres a tu tierra, y no se puede querer otras lenguas si no quieres a la tuya.

«Para mí, hablar valenciano no es una cuestión de exigencia identitaria, es que es mi lengua», aseveró Puig, para quien la lengua «no es una cuestión menor» ni debe ser «objeto de confrontación» en una tierra que tiene dos lenguas cooficiales.

«El valenciano no es una cosa folclórica de unos cuantos indígenas que van por ahí», defendió el candidato socialista, quien afirmó que cuando hablan valenciano no es «por fastidiar a nadie; es que es nuestra lengua», y hay que «potenciarla» y «quererla».

Además, destacó que en la Comunitat Valenciana «no hay ningún problema soberanista», ni hay «nacionalismo excluyente» ni «nadie que quiera la independencia», porque «esto no es Cataluña», sino que hay un problema de desigualdad en los recursos que reciben los valencianos del Estado, no «de ninguna bandera ni ninguna patria».

El nuevo presidente reclamó a Ciudadanos que no genere problemas «donde no los hay» y le garantizó que en la Comunitat «no se va a perseguir a nadie por hablar castellano», mientras que le instó a abandonar «apriorismos y posiciones de partida imposibles de cambiar» y a mirar «hacia adelante y de forma abierta».

Punset aseguró que no ve «fantasmas donde no los hay», y consideró que aunque «hoy por hoy no existe» en la Comunitat Valenciana «un problema soberanista», tampoco existía hace quince años en Cataluña.