El toro quiere ser apolítico

"He visto correr detrás del toro a gente del PP, del PSOE y hasta de Compromís". La frase del responsable de una peña ilustra la postura de agrupaciones y aficionados al bous al carrer. Modesto Martínez, presidente de la Federación de Peñas, se mostró ayer favorable a "un pacto político en defensa de los bous" tras el giro electoral que mantiene en vilo a los aficionados. "Ni la fiesta ni los toros son de izquierdas o derechas", expuso el responsable.

Lo mismo considera Vicente Nogueroles, presidente de la Unión Taurina: "Reivindicamos una despolitización del sector. Sería de poca lucidez por parte de los próximos inquilinos de la Generalitat poner en duda la legitimidad del mundo del toro en nuestra comunidad. No me pasa por la cabeza que se busquen problemas en un sector que nunca los ha dado".

Pero los ganaderos ya están sufriendo la incertidumbre que planea sobre los gobiernos locales con un parón en la contratación de reses. Empresarios como Vicente Benavent, Fernando Machancoses o Gregorio de Jesús lo constatan, con una reducción de hasta el 20% respecto al año pasado. Pero todos confían en no acabar corneados por los nuevos tiempos políticos.

PPCV

Un apoyo que ha elevado los bous al podio como bien de interés cultural

La postura del PP con los bous al carrer ha sido firme durante su largo periodo de gobierno en la Generalitat y en ayuntamientos de la región: un apoyo absoluto e incondicional. A nivel autonómico, se ha impulsado una legislación para regular los festejos que, según la Federación de Peñas, "es hoy un referente a nivel nacional".

Durante la última legislatura, los populares han elevado estos festejos a su lugar más alto, al impulsar su reconocimiento como Bien de Interés Cultural (BIC). Además, recientemente se acordó eliminar el certificado de tradicionalidad, lo que permite que pueblos donde la fiesta no tiene arraigo organicen bous sin trabas, con un simple visto bueno del ayuntamiento. Altos cargos del PP como Serafían Castellano o el conseller de Gobernación, Luis Santamaría, apoyan los bous con su presencia en festejos.

PSPV

Los socialistas no se oponen a la fiesta pero sí hay división interna

Si bien el apoyo a los bous al carrer no ha sido tan contundente como el del PP, hoy son varios los ayuntamientos de signo socialista que acogen la tradición. Cuestión aparte es el nivel de ayuda con dinero público a la organización de los actos y, en este punto, aseguran algunos aficionados, "el PP suele estar más por la labor que el PSOE". Pero de ahí a estar en contra de los bous hay un abismo.

Manuel Civera, que ha triunfado con el PSPV en Llíria, asegura que habrá bous, como ya los mantuvo en los ocho años que mandó en Alcublas. Pero entre los socialistas hay otras voces en contra. En 2012, se votó en Les Corts una iniciativa de EUPV que se oponía a la declaración como BIC de los bous. En aquel entonces ocho socialistas se abstuvieron y 13 estaban de acuerdo con Esquerra Unida. El resto, votó en contra junto a los diputados populares.

COMPROMÍS

Una apuesta clara por apartar a los animales de los espectáculos

Compromís, partido que aboga por un profundo respeto a los animales, no menciona los bous específicamente en sus programas autonómicos ni municipales. Pero sí a los animales, incluso con encabezamientos temáticos.

En el municipal, por ejemplo, se aboga por declarar Valencia "ciudad libre de espectáculos con animales" y "no subvencionar con dinero público actos donde se maltraten animales". Entre sus propuestas autonómicas, se aprecia la voluntad de "desincentivar espectáculos con animales que les suponga sufrimiento con las modificaciones legales oportunas".

Pese al alarde ecologista, la realidad se impone. El gusto popular por los bous ya hace que algunos de sus militantes con poder en corporaciones locales no se atrevan a rechistar contra la tradicional fiesta, como ocurre en Betxí o Vila-real.

CIUDADANOS

Punset considera desfasados los bous pero Rivera no es antitaurino

En Ciudadanos tampoco existe una postura clara respecto al mundo taurino y los bous. Lo que sí parece obvio es que a Carolina Punset, muy en la onda ecologista, no le gustan. En unas recientes declaraciones, la candidata a la Generalitat de la formación aseguró que van "contra el signo de los tiempos". Javiert Nart, eurodiputado por Ciudadanos, fue más allá al calificar el toro embolado como "infamia salvaje".

Sus posturas no parecen estar en sintonía con las del líder de esta fuerza a nivel nacional, Albert Rivera. El máximo responsable del partido participó de manera muy activa en la campaña contra la prohibición de los toros en Cataluña y hasta se le vio en una capea para demostrar su apoyo. Punset cree que la Ley de Señas de Identidad que protege a los bous "aborda un debate estéril que no interesa a los valencianos".

PODEMOS

La formación de Iglesias se mueve entre el rechazo y la indefinición

Podemos tampoco parece dispuesto a agarrar el asunto por los cuernos. En su caso, la indefinición aparece como una constante y en la agenda política morada no aparece por ninguna parte la defensa de los bous al carrer. El secretario local de Podemos en Castellón, César Jiménez, aseguró recientemente que en estos momentos los festejos «no son una prioridad para el partido».

Antonio Montiel, candidato a la Generalitat, insinúa, sin entrar de lleno en la cuestión, que no está de acuerdo con muchas variedades de los bous. "Creo que hay que civilizar algunas fiestas porque no se puede permitir a estas alturas del siglo XXI el maltrato animal", expone. Y mientras, Pablo Iglesias dice que, si bien no le gustan los toros, no es partidario de las prohibiciones y sí de abrir un debate ciudadano sobre la cuestión.