El PP fuerza al tripartito a votar sobre el separatismo

Más que apostar por sus respectivas fortalezas, los partidos políticos valencianos están haciendo hincapié en el tramo final de la legislatura (que coincide con la precampaña de las europeas) en las debilidades del contrario. La oposición mira hacia los casos de corrupción y sus consecuencias judiciales en el grupo parlamentario popular, mientras que el PP pregunta por el independentismo del otro lado de la bancada con el espíritu de la Advertencia Miranda, el aviso que los policias en Estados Unidos tienen la obligación de hacer a los detenidos: «Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra».

Los discursos políticos se afilan a medida que el tiempo acerca a los partidos hacia las elecciones. En este caso, las europeas, pero que en la Comunitat se viven con especial intensidad por parte de todas las formaciones. En el caso del PP, sus mensajes se aceran día a día respecto a la actitud de la oposición ante el debate soberanista catalán. Los populares buscan señalar al tripartito por lo que son más que por lo que dicen ser, y para el PP, la posible alianza entre el PSPV, EU y Compromís es una apuesta que corre en paralelo a la que actualmente encabezan CiU y ERC en Cataluña. ¿Sí o no? Los populares aseguran que sí, aguzan sus mensajes en esa dirección y presentarán en Les Corts esta semana una iniciativa con la que buscan que el 'tripartito' se retrate respecto al independentismo catalán.

El tercer punto del orden del día del pleno que arranca el miércoles en la Cámara valenciana consiste en una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el grupo parlamentario popular en el que forzarán la votación «sobre la defensa de los derechos históricos y de identidad de la Comunitat Valenciana frente a las agresiones de aquellos que intentan integrarnos en aquello que llaman Països Catalans».

En el PP no tienen duda de que la oposición votará contra su PNL, y esa es la idea, que se escenifique esa posición, y no de cara a los potenciales votantes de Compromís y EU, sino respecto a los valencianos que miran hacia el PSPV como una opción. Es con los socialistas con quien los populares consideran que se jugarán los votos del centro. El domingo 27 de abril, tanto el presidente del PP valenciano y de la Generalitat, Alberto Fabra, como el número dos de la candidatura popular al Parlamento Europeo, el valenciano Esteban González Pons, ofrecieron en Castellón un discurso muy encaminado a criticar las veleidades nacionalistas del tripartito.

Este fin de semana, el PP también ha dirigido su fuego hacia ese flanco. El síndic popular en Les Corts, Jorge Bellver, aseguró que su PNL tiene como objetivo «que Les Corts se pronuncien a favor del Estatut y la Constitución y en contra de aventuras independentistas y sucursalismos vergonzosos». El PP admite abiertamente que su propuesta rescata dos iniciativas suyas anteriores: una de rechazo «a una nueva injerencia del Parlamento catalán en nuestro autogobierno incluyéndonos en una farsa histórica, los inexistentes paises catalanes»; y otra contra la consulta ilegal en Cataluña sobre la independencia y «contra la inclusión de la Comunitat en ese proyecto independentista».

No será esta la primera vez que los populares meten el dedo en la llaga soberanista que asoma en las carnes del tripartito. Durante los últimos choques parlamentarios, en las réplicas y contrarréplicas, el PP ya ha criticado las afinidades catalanistas de la oposición. Un ejemplo. En el penúltimo pleno, el viceportavoz popular, Rafael Maluenda, replicó al diputado de EU, Ignacio Blanco, durante un debate sobre el cierre de RTVV de ser «un pancatalanista», calificativo que extendió a «los de su formación», EU, y recordó «que defiende la cuatribarrada y que nunca han votado el Estatuto».

Sin ir más lejos, ayer, el PP emitió una nota con declaraciones de su secretario general en la Comunitat, Serafín Castellano, en las que acusaba a su homólogo en el PSPV, Ximo Puig, de «aliarse con independentistas» y «catalanistas para vender la idiosincrasia de los valencianos por un voto».

Según Castellano, Puig «no puede engañar más a los ciudadanos porque lo único que ofrece es una gestión nefasta de su partido, el intento de desprestigiar la Comunitat y la vinculación con partidos independentistas, catalanistas y radicales para vender la idiosincrasia de los valencianos por un voto».

«Hoy más que nunca es necesario explicar a los ciudadanos cuál es nuestra forma de entender la democracia parlamentaria, el Estado de Derecho, el respeto a la Constitución y el Estatut, y a las instituciones que de estas normas se derivan, así como el respeto y la fidelidad al sentir mayoritario del pueblo valenciano», asegura por su parte Jorge Bellver.

Un pleno aspero

Es más que probable que el pleno del miércoles en Les Corts sea áspero, malhumorado y protagonizado por lo que cada uno entiende por ser valenciano. Se trata de un debate de sensibilidades en el que los populares se sienten cómodos y que los partidos minoritarios no rehuyen, pero en el que el PSPV, donde conviven matices muy distintos respecto al sentimiento identitario (al igual que entre sus compañeros del PSC catalán), es el que más tiene que perder. En este sentido, Bellver no esconde sus ganas de que la formación de Ximo Puig se 'retrate': «¿Están dispuestos los socialistas a ser los líderes de la oposición o prefieren ir de la mano de quienes queman banderas que nos representan a todos, por sentimiento y por ley?», se pregunta el portavoz popular en Les Corts, quien considera que su PNL es «una oportunidad» para el PSPV, «para presentarse como un partido serio y responsable, un partido que respeta las normas y las instituciones».

El PP, asegura, denuncia con su propuesta «un nacionalismo pancatalanista, que provocaría la risa si no fuera porque amenaza el mejor periodo de la Historia de España».