Vera de Estenas aterriza en China

CHEMA FERRER. Los turbulentos momentos que vive el comercio internacional no han sido óbice para que el empuje de los empresarios valencianos en las exportaciones decaiga. Buen ejemplo de ello es el sector del vino y para muestra la acción que realizó la utielana Bodega Vera de Estenas.

El bodeguero Félix Martínez así lo afirmaba tras su vuelta de China: «El intercambio de conocimientos y las sinergias son más relevantes que nunca en un mercado globalizado, que además se caracteriza por su inestabilidad y constante cambio. Es impactante el dinamismo del mercado chino, fascinante por su cultura, pero a la vez prometedor por su capacidad de asimilación de lo que les llega de fuera».

Sí, Vera de Estenas hizo su esperado debut en China durante la última semana de abril. Aunque sus vinos ya se encontraban en el mercado chino desde hace una década, nunca habían tenido la oportunidad de presentarlos personalmente al público chino. Los vinos, tanto los amparados por la DO Utiel-Requena como los de su propio Pago de Estenas, fueron presentados en catas profesionales en ciudades clave, incluyendo Shanghai, Pekín, Hangzhou y Xian, donde participaron periodistas, críticos, sumilleres y hostelería. Yongfei, su importador en China con el que llevan trabajando desde hace tres años, fue el anfitrión de los distintos encuentros en este mercado.

Cada presentación fue acompañada de catas de productos y maridajes, de la mano del chef Paco Santamaría, que dirige los fogones del restaurante El Vermut de la Pobla de Vallbona y que viajó a China con la bodega.

Los vinos presentados fueron: La Tardana de Estenas, El Bobal de Estenas, Viña Lidón, Crianza Estenas, Casa Don Ángel, Martínez Bermell y el Reserva Estenas. Todos estos vinos fueron maridados con platos típicos del recetario valenciano, con el objetivo de transmitir no solo el sabor de los vinos, sino también la cultura, el estilo de vida mediterráneo y sus valores: un estilo de vida saludable, equilibrado y lleno de sabor, caracterizado por la calidad artesanal y las ediciones limitadas de los productos españoles.

Félix apostilló rotundo que «definitivamente, el mercado chino está consolidado. Aunque las nuevas generaciones muestran inseguridad a la hora de comprar vino debido a su escaso conocimiento técnico, han demostrado estar dispuestas a invertir en productos premium de elevada calidad y garantía. Además, China sigue consolidándose como una potencia económica en expansión, con una clase media de 500 millones de personas, en constante crecimiento, lo que convierte a este mercado en uno de gran importancia. El consumidor chino de vino promedio valora la cultura española, la gastronomía y se siente identificado con los valores del estilo de vida mediterráneo».