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clara alfonso
Valencia
Jueves, 29 de marzo 2018, 20:20
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Los amantes del senderismo tienen para esta Semana Santa un nuevo y apasionante camino por recorrer en tierras valencianas. Entre la Vall d'Aigües Vives y La Casella, se esconde uno de los parajes más emblemáticos de la Ribera Alta del Júcar: La Murta.
Paralela a las cumbres de la Serra de Corbera, entre el Valle de la Casella y el corredor de Aigües Vives, despunta rocosa muralla de la Serra de les Agulles.
Estas tierras, 44 kilómetros al norte de la ciudad de Valencia, constituyen un paraíso para los entusiastas de la naturaleza. En definitiva: se trata de uno de los enclaves naturales más valiosos de la Comunitat, gracias a su gran valor ecológico y medioambiental.
Todos los caminos llevan a Roma y La Murta es uno de los que te guía a través de los valles más naturales de la Comunitat.
A tan solo unos metros de la 'Font Nova', el acceso al Valle de la Casella marca el inicio de la ruta. El perfil irregular de la Serra de les Agulles se recorta justo al otro lado del barranco que nos disponemos a recorrer rumbo al inicio de la cresta.
Con las indicaciones del PR-CV-303 empieza un frondoso camino hasta llegar a la afamada Font del Garrofer, una de las miles fuentes de la zona que se alimentan de los acuíferos cársticos de estas sierras. Una vez en este punto, asomará una senda que permite seguir avanzando paralelamente- durante 4 kilómetros-a las aguas del Barranco de La Casella, naturalmente tapizado de una abundante vegetación que contrasta con su lecho rocoso.
Tras haber atravesado el barranco, vuelve a presentarse la senda que conduce al Pla del Barber, un área recreativa que se acompaña de una fuente que presume del mismo nombre.
Siguiendo siempre las indicaciones blancas y amarillas, el acceso a la cresta de la sierra empieza a mostrarse ante la vista del caminante. Una vista que conduce a la pista forestal que permitirá alcanzar el collado de llegada a la Serra de les Agulles.
Es el momento perfecto para darse un respiro y observar el paisaje que se rinde ante los pies del senderista: las casas de la Barraca d´Aigües Vives y el dilatado amplio valle que se expande hacia la Serra del Buixcarró y el Mondúver.
Un grupo de pinos señala el recorrido hacia la cresta. Este permite alcanzar una zona llana que exhibe finalmente el objetivo principal desde una perspectiva distinta: la primera de las agujas de la ruta pronto sale al encuentro y marca el inicio de una sucesión de escarpados descensos. Comienza la diversión: es hora subir la cresta, que supera los 100 metros de largo.
Ahora el senderista demostrará sus dotes como jinete, pero sobre las rocas. El avance puede que se complique por momentos, pero las vistas completan una de las mejores panorámicas de la Ribera.
Todo esfuerzo tiene su recompensa. La cruz de hierro, que marca el punto clave y más elevado de la sierra,finalmente posa ante el caminante.
Es el fin de la ruta y, por lo tanto, el momento de retomar la senda de vuelta a casa. La bajada, como era de esperar, no va a ser más fácil que la subida, aunque al menos, el senderista ya sabe por dónde tiene que pisar.
La ruta de la Sierra de las Agujas, 11 kilómetros de las 765,64 hectáreas donde no solo destaca la frondosidad del valle sino las numerosas panorámicas que regala. Una oportunidad que ofrece la Comunitat y que deberías aprovechar en un tiempo libre sin ninguna duda.
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