Una reflexión sobre egoísmos y barbaries

En el espectáculo que se representará en el Rialto, los espectadores viajarán a una Francia revolucionaria paralela a la que existió, en la que las viejas fuerzas de la nobleza son sustituidas por una burguesía incipiente. La chispa la ha encendido la señora Montreuil, suegra del Marqués de Sade, que harta de las perversiones sexuales del mismo que afectan ya a dos de sus hijas, conspira para que se cumpla la condena a muerte a la que ha sido castigado judicialmente. La onda expansiva de esta maniobra podría tener daños colaterales: el derrocamiento del rey y todo el sistema que representa, además de un derramamiento de sangre. Intrigas palaciegas; lucha de poderes; el amor, las ideas y el deseo de venganza como motor del comportamiento humano. En una entrevista a LAS PROVINCIAS Hadi Kurich asegura que la obra «no pretende reescribir la historia, sino que se entienda mejor la sociedad actual».

- ¿Cuál es ese universo paralelo al que se refiere en su obra?

- Es una visión de la revolución francesa, pero los datos no coinciden con lo que sabemos de la Revolución francesa. En realidad se utiliza esta parte de la historia para hablar de temas que podrían importarnos hoy. La obra trata de una serie de personajes importantes que están totalmente ciegos ante la barbarie que se avecina. Ellos mismos promueven esa barbarie guiados por sus propios intereses, pero son totalmente inconscientes de ello. Lo que les mueve no es simplemente dinero, poder, deseo de dominar, amor... Puede ser una de estas acciones o un compendio de ellas, lo que arrastra, inevitablemente, a todo un país hacia el desastre.

- ¿Y esto cómo entronca con la actualidad?

- Yo personalmente creo que los líderes de toda época e índole tienen la máxima responsabilidad en lo que ocurre al pueblo, y que no pueden esconderse detrás de las circunstancias. Considero que esos adalides son culpables de todos los males y en todos los tiempos. No hay que suavizar sus posibles culpas por las circunstancias históricas o sociales. Mi pretensión con '1789. Un universo paralelo' es esa, que los espectadores comparen el presente a través de lo que ocurrió en el pasado.

- ¿Con este argumento tan profundo pretende más emocionar al público o que analice lo que ocurre en la sociedad en la que vive?

- Mi deseo principal es emocionar al público, pero no obviando la reflexión. Siempre me ha interesado el análisis y es lo que pretendo con el teatro que hago; que a la vez que el público vibre con el argumento, analice lo que hay a su alrededor. Ambas cosas pienso que van de la mano.

- Teatro de la Resistencia, su compañía, se ha decantado por el teatro político.

- Sí, pero hay que matizar que yo amplío muchísimo el término de teatro político. Por ejemplo para mí 'Antígona' forma parte de este género porque considero que los temas políticos están entrelazados con el amor. También hay mucha política en 'Romeo y Julieta'. '1789' no es una obra que trata de política exclusivamente, también de ambiciones de personajes que llevan al desastre a toda una nación.

- ¿El vestuario que utilizan es de la época a la se refiere el montaje?

- Más bien es un compendio de varias épocas. Se hizo un minucioso trabajo de investigación histórica sobre los diseños, pero finalmente optamos por no crear copias de los modelos reales de la Francia del final del siglo XVIII. Se lucen ocho vestuarios porque aunque hay cinco actores, aparecen ocho personajes.

- El montaje cuenta con un espacio escénico muy aparente.

- Sí, la escenografía es un amasijo de hierros que marca la vida y el peligro en el que viven los personajes. Cuenta con plataformas elevadas para que el espectador pueda seguir la trama desde cualquier punto de la sala. Junto a los recursos escenográficos también es destacable que el personaje principal emplea zancos.

- Vive en Vila-real. ¿No ha pensado en trasladarse a Madrid, Barcelona o Valencia para dar mayor visibilidad a su compañía?

- Vila-real es un sitio predestinado para nosotros porque en el momento que salimos de nuestro país por la guerra en los Balcanes el autobús nos llevó directamente a Vila-real. Nadie lo eligió. Lo que ocurrió después es que muchísima gente se volcó con nosotros. Hemos creado una nueva casa que no estamos dispuestos a abandonar ni cuando las razones profesionales dictaban que deberíamos trasladarnos a una gran gran ciudad porque es donde se hace básicamente teatro de texto, que es nuestra especialidad. Pero estamos muy bien en esta localidad y ni se nos pasa por la cabeza cambiar.

En el reparto de '1789. En un universo paralelo', junto a Hadi Kurich, que representa el personaje del rey, participan Ana Kurich, Alejandra Mandli, Héctor Fuster y Miguel Seguí. El vestuario lo firma Ana Kardelis.