Balsa en el Palmeral donde habitan fartets y ranas.

Un palmeral que recupera su esplendor

Medio Ambiente culmina los trabajos de poda y retirada de dátiles en 1.800 de sus ejemplares

Joaquín Andreu Esteban

Jueves, 25 de agosto 2016, 00:51

El Palmeral ha sido objeto de atenciones durante todo el mes de agosto por parte de la Concejalía de Medio Ambiente en lo que concierne al trabajo de mantenimiento de los miles de ejemplares que reúne este entorno natural catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).

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El concejal del área, Miguel Ángel Fernández, acudió ayer al mismo para supervisar la finalización de las tareas que se han llevado a cabo en 1.800 ejemplares y que han consistido en la poda de las copas más frondosas de algunos de ellos así como la retirada de los miles de kilos que pueden provocar riesgo de desplome de aquellos quebrados por su peso o daños personales en las instalaciones que se encuentran incrustadas en él como el polideportivo y los centros educativos «por lo que se ha aprovechado para hacer estos trabajos antes de que los colegios entren en funcionamiento en septiembre», dijo el delegado municipal.

Las tareas han sido efectuadas por un equipo de palmereros que en los trabajos también han aprovechado para verter en las copas insecticidas que permitan combatir el temido picudo rojo, un escarabajo que, según dijo el concejal de Medio Ambiente, está controlado en toda la superficie del mismo. Fernández aprovechó incluso para recordar que hace escasos días se realizó un tratamiento experimental en algunas de las palmeras con un producto bacteriano y probar la efectividad de este para erradicar la plaga. Los palmereros no han sido los únicos que han realizado tareas sobre los ejemplares puesto que también se ha contado con los catorce peones agrícolas que trabajan con las brigadas municipales fruto del convenio con el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepes) para el acondicionamiento de espacios verdes. No obstante Fernández precisó que este tipo de labores periódicas tendrán continuación en una segunda fase durante los meses de octubre y noviembre cuando se procederá a la poda de otras 2.000 palmeras.

Fernández aprovechó la ocasión para recordar que el equipo de gobierno «trabaja por convertir el Palmeral en el pulmón verde del casco urbano» y recordó que la semana pasada la Junta de Gobierno dio luz verde al plan especial de protección del paraje que entrará en fase de exposición pública cuando se publique el acuerdo en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) «con el que se pretende darle mayor cobertura legal y fijar las actuaciones que se pueden hacer en él» por lo que dijo que este incluso contempla la recuperación de oficios como el de palmereros, el aprovechamiento de los miles de kilos de dátiles que ahora se desechan o también el de las ramas para hacer objetos de cestería.

La visita a las parcelas también permitió ver que el agua vuelve a fluir por las escorrentías y azarbes, muchos de ellos limpiados de maleza también por los peones, y que facilitan irrigar con el agua de un pozo municipal las palmeras. También el edil se mostró satisfecho del estado de una balsa que se nutre de ese mismo caudal donde se puede ver ejemplares de ranas o el fartet, un pez casi en peligro de extinción y protegido. En esa línea de potenciación del paraje natural el concejal avanzó que se realizarán visitas guiadas a partir del curso que viene en colaboración con la Concejalía de Educación para que los escolares conozcan su importancia. Asimismo dijo que también se tiene previsto con los colegios la cesión de parcelas a estos para que puedan crear huertos ecológicos o a colectivos «ideas que tenemos para que todos sean conscientes de que tenemos un espacio verde que hay que preservar», dijo el edil.

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