Dos nuevas pasarelas permitirán salvar la rambla a los peatones y vehículos
El objetivo es que estén disponibles para otoño y que el casco urbano tenga más pasos para sortear el cauce en caso de que se anegue por las lluvias
Joaquín Andreu Esteban
Lunes, 11 de julio 2016, 00:32
El Ayuntamiento pilareño tiene en marcha obras que permitirán que la fisonomía del casco urbano cambie dentro de unos meses con un objetivo prioritario, como es poner fin a los problemas de comunicación del municipio a causa de la rambla que lo cruza de norte a sur. El área de Infraestructuras que dirige el concejal Alfonso Armenteros tutela la construcción de dos pasos elevados más sobre el cauce con la intención de conectar el centro de la localidad con una de las zonas de expansión de este hacia el barrio donde se ubica el polideportivo y dos de los centros escolares.
Desde hace semanas la empresa adjudicataria de su construcción se afana en levantar la primera de las dos pasarelas con las que se comunicarán las dos orillas de una rambla que es competencia de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). La primera de ellas ya está en ejecución en la calle San Juan y a escasos cien metros se levantará otra en la del Mar «con el objetivo de que se pueda facilitar el paso de un lado a otro por otras zonas», indicó el edil, quien resaltó que los problemas se dan sobre todo en caso de fuertes lluvias en la zona alta del término municipal y que salen al mar por la rambla.
Una de las cuestiones que apuntó el responsable municipal es que el municipio pilareño siempre ha tenido esos problemas cuando hay fuertes precipitaciones «y la idea es que se pueda contar con más conexiones elevadas» ya que recordó que hasta los vecinos cruzan de un lado a otro por pasarelas de madera ancladas sobre el lecho del cauce, de madera y que son aptas para el tránsito sobre la arena de la playa que es donde estaban colocadas «pero no para cruzar un cauce que la mayor parte el año está seco pero cuando se producen fuertes lluvias deja incomunicadas las dos zonas del casco urbano», precisó el responsable municipal.
Armenteros dijo que ambas actuaciones forman parte de Plan de Cooperación de Obras y Servicios de la Diputación Provincial del ejercicio 2024-2015 y cuentan con un presupuesto de 846.000 euros con el IVA incluido. El edil reseñó que se optó por comenzar por el de la calle San Juan precisamente porque es una de las zonas más transitadas del centro ya que los pasos de madera actuales son usados a diario por decenas de personas que acuden al centro de salud ubicado en sus proximidades, los niños que van a los colegios Martín Artigot y María Moliner, y también los usuarios de las instalaciones deportivas, además de que con la entrada en uso del nuevo complejo acuático en el recinto de la Piscina 30 de Julio el tránsito será mayor «por lo que le hemos dado prioridad».
Ambas deberán estar finalizadas antes del próximo otoño para que puedan entrar usarse antes de la temporada de lluvias y que el caudal pase por debajo de los dos metros de vano con el que contarán. Asimismo no servirán solo para que se puedan utilizar por parte de los peatones ya que por su anchura de tableros de 12,5 metros facilitarán el paso de vehículos ya que se podrá contar con un carril por sentido además de que quienes las crucen a pie lo harán sobre las aceras de sus laterales «y de este modo también los coches evitarán rodeos para pasar de un lado a otro del centro y contarán con dos pasos en un espacio de cien metros de distancia», justificó el responsable de Infraestructuras. Ambas actuaciones conllevarán reajustar la fisonomía de los tramos más próximos a estas de las calles en las que desembocan no solo por cuestiones estéticas sino también por seguridad vial para que los tableros de hormigón y la calzada queden raseados.