El nuevo mapa de basura ahorrará a la Vega 400.000 kilómetros anuales
Calidad Ambiental quiere que todos los consorcios lo validen en la segunda quincena de junio antes de que comience la temporada estival
Joaquín Andreu Esteban
Sábado, 28 de mayo 2016, 01:06
El Consorcio de Residuos de la Vega Baja (Zona A6) parece que ha encontrado de momento la solución a la basura de la comarca a la espera de que esta cuente con su propia planta de transferencia que de momento sigue en punto muerto.
La sede de la Diputación Provincial acogió ayer una reunión de la Junta de Gobierno del ente supramunicipal para darle el visto bueno al nuevo mapa de distribución de las miles de toneladas de basura que genera el sur de la provincia, una decisión que se tomó por unanimidad de sus miembros donde los socialistas tienen una amplia mayoría.
De dar cuenta de la redistribución de los mismos se encargaron antes de la cita tanto el presidente del consorcio, el alcalde rafaleño Manuel Pineda, como el director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer, que fue quien detalló lo que denominó «flujo de residuos». El dirigente autonómico no se limitó solo a dar los datos de la Vega Baja puesto que también habló de otros consorcios como los del área metropolitana de la capital de la Comunitat como los del sur de la provincia de Valencia ya que el nuevo reparto les afecta también.
Lo más significativo en la nueva distribución es que, según dijo Piquer, supondrá un ahorro de 400.000 kilómetros anuales en desplazamientos de los camiones que la llevan a plantas alejadas de la Vega Baja en la actualidad, una queja que siempre han enarbolado los alcaldes por los altos costes que supone a las arcas municipales tras el cierre de la planta crevillentina de Abornasa por una orden judicial. La cifra es que ha estimado el departamento autonómico que se podrá reducir «con el consiguiente ahorro de costes y menor impacto en emisiones al Medio Ambiente», matizó el director general, quien agradeció la solidaridad de localidades como Villena, Xixona o Elche en tratar los desperdicios de la Vega Baja como ahora lo hará la alicantina de Fontcalent. Piquer dijo que se ha buscado un criterio de proximidad y la optimización de recursos de los que se dispone en las plantas.
En el nuevo criterio prima acortar distancias y reducir costes porque «al final quienes lo pagan son los ciudadanos en sus recibos», y dijo que Xixona dejará de recibir hasta 30.000 toneladas anuales de la Vega Baja que pasan a la instalación alicantina. De la jijonenca destacó asimismo que habrá inversiones por valor de 3,5 millones por parte de la propietaria para modernizarla. La justificación es que el destino actual está a 82 kilómetros y la de Alicante a 62 lo que implica abaratar costes en ahorro de combustible y mantenimiento de camiones. El nuevo cupo implica que a su vez Villena deja de recibir la misma cantidad y añadió que la Generalitat sopesa pasarla a gestión directa a través de la empresa publica Vaersa según los informes que manejan.
Caso aparte es el oriolano puesto que hay un acuerdo para que este Ayuntamiento aboque en la planta murciana de Cañada Hermosa 22.000 toneladas al ser una planta más moderna y cercana a su casco urbano ya que está a 31 kilómetros y ahora sus camiones deben hacer 82 hasta Xixona, queja que siempre ha esgrimido el gobierno popular de Orihuela. Eso sí el director general dijo que será con el compromiso adquirido por el equipo que dirige Emilio Bascuñana de incrementar la recogida selectiva y dijo que este Ayuntamiento ya tiene 35 nuevos contenedores de este tipo y en breve contará con 39 más.
Tras el caudal de datos que aportó el responsable de Calidad Ambiental este dijo que las propuestas de su área deberán ser refrendadas por los consorcios implicados entre el 15 y el 21 de junio para que se pueda redistribuir de este modo, sobre todo por el incremento de población en verano, al tiempo que alertó que esas cantidades se reajustarán en próximos años. Asimismo dijo que «desde la Generalitat queremos gestionar desde el consenso con los ayuntamientos y diputaciones» por lo que apeló a desterrar «la vieja política, con menos palabras y más hechos porque el PP no puede dar lecciones porque nosotros lucharemos por la mejora global de los residuos, con o sin ayuda».