50 años de 'Tiburón' en España
Los 50 años del film de Spielberg 'Tiburón' han sido festejados en todo el mundo como se merece, ya que no solo fue un gran ... logro artístico, sino que fue la primera película que, de modo global, produjo un efecto notable en la psicología de los espectadores, muchos de los cuales desarrollaron una aversión a meterse en aguas alejadas de la costa. Por decirlo todo, también se le criticó que diera una imagen muy negativa de estos escualos, una fama de come hombres que los entendidos dicen que es inmerecida. Sea como fuere, lo mejor del tiburón era que unió a muchos países del mundo en el ritual de asistir a una pantalla de cine para vivir una gran experiencia.
Pero en España, donde se estrenó en diciembre de 1975, la película se hizo inmensamente popular en unos tiempos de mucha zozobra. Franco llevaba muerto un solo mes, y a mis diecisiete años recuerdo muy bien esos días; estuve el día que se estrenó en el cine Tyris-Vistarama que estaba en la (antaño) avenida de José Antonio (hoy Reino de Valencia), y recuerdo haber hablado con mis amigos de lo que creíamos que podía suceder tras la muerte de Franco. Esa tensión expectante que nos sobrecogía desde el minuto uno de la película, en espera del ataque del tiburón, se combinó en la psique de los espectadores con la inquietud por el futuro inmediato que nos aguardaba. Para todos los que desprecian nuestra actual democracia, es bueno recordar que en diciembre de 1975 nada estaba garantizado, que quedaba un camino lleno de peligros hasta poder disponer de una democracia plena.
Cincuenta años después, miro a la actual clase política y me pregunto cómo es posible que aquello que se logró con arrojo en medio de un mar infestado de tiburones se dilapide tan alegremente, robando el dinero y la confianza de los votantes. Probablemente el pecado original ocurrió en la segunda generación de los políticos: cuando empezó a tomar forma la carrera propiamente dicha de 'vivir del cargo público electo': de la universidad (aunque no siempre) al escaño, municipal, autonómico o estatal, sin haber conseguido nada relevante en la vida y, en ocasiones, sin ni siquiera haber tenido una mínima carrera profesional. A ello se sumó el mal funcionamiento del sistema para fiscalizar las transacciones económicas de envergadura, como lo prueba que se han llevado dinero de ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos y desde el propio gobierno de España. ¿Quién tiene la solución? Por desgracia no basta con reunir un puñado de hombres para enfrentarse a la bestia en mar abierto. Es obra de todo un pueblo, y es algo muy difícil. Pero el tiburón de Spielberg tenía mucho peligro... y al final sucumbió. Sí, lo sé, era solo una película.
Por desgracia no basta con reunir un puñado de hombres para enfrentarse a la bestia en mar abierto
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