Secciones
Servicios
Destacamos
Los que opinan que la Iglesia Católica, hoy, no es sino mero jarrón chino ornado por las flores de la liturgia, se equivocan. Basta observar ... la conmoción mundial ante el fallecimiento de Francisco. Programas especiales, portadas a tutiplén, rostros compungidos, electricidad estática removiendo las entrañas de nuestro planeta... La Iglesia mantiene un poder considerable sobre millones de personas y puede inclinar ciertas balanzas actuando a modo de contrapeso. No conviene olvidar que a la URSS le fundieron los plomos Ronald Reagan, la Thatcher y... Juan Pablo II. Una tríada potentísima que contribuyó a demoler el telón de acero.
De todas formas, lo que me carga en estas situaciones es el medio pelo de algunos. Me refiero a los que se consideran católicos pero, confiesan no ir jamás a misma porque, afirman lo de «para hablar con Dios no necesito ir a misa, hablo con ÉL cuando me apetece». Vaya hombre, qué suertudos. Ignoran que sólo en las iglesias existe cobertura para charlar con Dios. Fuera de los templos, por mucho que se empeñen, hay poca cobertura. Dato singular de estos católicos comodones es que, siempre, pero siempre, mantienen sus conversaciones divinas cuando yacen frente al mar, o en la cumbre de una montaña, o visitando un desierto de infinitas dunas. Entonces se sienten transportados por, digamos, un misticismo agropecuario, una levitación de saldo, una religiosidad de la sección de oportunidades con vistas a un marco incomparable y, zas, por arte de birlibirloque, sintonizan con Dios e inician un diálogo, imagino, apasionante. Yo sólo acudo un par de veces al año a misa, por eso no derramo la caradura de murmurar que hablo con Dios cuando el cuerpo me lo pide, como si ÉL estuviese pendiente de nuestros deseos de cháchara. Seguro que anda en asuntos de mayor importancia, como recibir, por ejemplo, a Francisco.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.