La maldición de La Punta

Fue a mediados de los noventa cuando se comenzó a tramitar el proyecto de una Zona de Actividades Logísticas en la pedanía de La Punta. ... Una iniciativa pública que a partir de entonces se conoció por las siglas: la ZAL. (Los periodistas, lamentablemente, hemos conseguido imponer una dictadura basada en la imposibilidad de encajar nombres largos en titulares de prensa. Y así, tenemos el TSJ, la ZAL, la ZAS, o Zona Acústicamente Saturada, NNGG del PP, la CHJ, el CIS, el INE, el IVEI... Terrible). En teoría, se trataba de urbanizar los terrenos de huerta para levantar un complejo de almacenamiento de mercancías, a escasos metros del puerto, que era lo que justificaba la elección del enclave. Las expropiaciones fueron traumáticas. Los residentes eran agricultores y familias que vivían en el viejo poblado desde hacía varias generaciones. Se opusieron a lo que parecía imparable, se enfrentaron a la policía, recurrieron a los tribunales, ganaron la batalla de la opinión pública pero perdieron la guerra. La sensibilidad hacia la protección de la huerta no era la misma que en la actualidad, las universidades habían arrasado la de Vera y resultaba hipócrita e irritante que algunos profesores y políticos de la izquierda se opusieran en La Punta a lo mismo que ellos habían hecho en otras partes. Tras las expropiaciones llegaron las máquinas excavadoras y acabaron con todo. Casas y campos. Hasta los árboles. Un enorme descampado surgió en su lugar. Y así ha estado casi tres décadas. Porque de manera inexplicable, por esos líos en los que se meten las administraciones públicas, la ZAL ha estado abandonada a su suerte. Las prisas de los noventa dieron paso a la apatía. Los residentes fueron reubicados, se levantaron viviendas unifamiliares adosadas para alojarlos, los matorrales crecieron en las calles desiertas del polígono sin uso y cada cierto tiempo se anunciaba el «inminente inicio» de las obras de adaptación de la ZAL. El imparable crecimiento del puerto no se vio acompañado por la puesta en servicio de unas instalaciones que se decía resultaban imprescindibles. Y ahora, más de treinta años después del inicio de la tragedia de La Punta, llega a las carteleras una nueva producción de la saga. Al Gobierno se le ha ocurrido que la ZAL podría albergar una Ciudad de la Industrialización de la Construcción, sea eso lo que sea. Pero que al parecer tiene que ver con el proceso de construcción de viviendas modulares que ayude a paliar el problema habitacional que sufre España. Vale, fenomenal todo. Pero, ¿no había otro sitio que la ZAL de La Punta? ¿Qué tiene eso que ver con el puerto?