Voto adolescente
El Ministerio de Juventud trabaja en la posibilidad de permitir que los jovenes de 16 años puedan votar. No es nada nuevo nuevo ni tampoco ... inesperado. El PSOE ya lo llevó en su programa electoral y ERC ha intentando sacarlo adelante sin demasiado éxito.
En la política de ahora -aparcada la ingenuidad- pocas cosas se hacen por idealismo, y esta propuesta -envuelta del barniz de la modernidad democrática- exhala el inconfundible aroma del cálculo electoral. El estado de salud de nuestra democracia viene marcado -de un tiempo a esta parte- por el sumatorio de los votos y no por lograr el mejor resultado. La clave es sumar para gobernar. Ganar es lo de menos. Hay que rebañar votos y en esa salsa la oportunidad de nuevos votantes da más sabor al guiso.
Ante cualquier cita electoral existen grandes espacios de duda y una -quizá de las más importantes- es predecir con acierto cuál será el comportamiento de los nuevos votantes. Los que ya han votado antes, la gente más mayor, por el recuerdo del voto o el comportamiento de los bloques, permiten determinar y hacer una predicción más ajustada. Pero con los jovenes la incógnita y la duda es mayor. ¿Qué harán los nuevos votantes en sus primeras elecciones? ¿Participarán más o menos? ¿Por qué opción política se decantarán? Antes se partía del típico tópico de que los jóvenes votan más a la izquierda pero de un tiempo a esta parte la tendencia es la de irse a los extremos -en el caso de que les interese la política- o directamente pasan de puntillas y no participan. Los últimos barómetros apuntan la tendencia hacia la derecha en el voto joven, especialmente entre los jovenes, mientras que las mujeres tienden más a la izquierda. Veremos qué pasa.
¿Qué harán los nuevos votantes en sus primeras elecciones? ¿Participarán más o menos?
Por eso, es tan relevante incluir, o no, a los jovenes de entre 16 y 17 años como nuevos votantes. De hacerlo, serían 2,6 millones más de votos en las urnas y un aumento el censo casi un 7 por ciento. ¿Sería un cambio por ampliar derechos o sólo es una estrategia para lograr votos?
Abrir este melón es, a mi juicio, una cortina de humo, un debate innecesario y una pérdida de tiempo porque, con 16 años se puede hacer casi de todo en España y más si es con permiso paternal. Salvo comprar alcohol, tabaco o conducir coches, puedes abortar, cambiarte de sexo en el registro o conducir motos de gran cilindrada. Y en algún deben empezar a votar y a participar activamente en democracia y la mayoría de edad es una buen momento. Más que bajar la edad del voto por táctica política, sería deseable que cualquier reforma de este calado, naciera de un consenso amplio de todos los partidos políticos y no de un interés puntual. Porque, como en la adolescencia, en la democracia también conviene aprender a distinguir entre lo que se desea y lo que conviene. ¿No les parece?
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