Réplicas
El y tú más ha matado a la estrella del ingenio
En sí mismo, es propiamente un género literario, y ya llevo un par de títulos en francés, que recopilan y son antologías de la 'repartie'. ... La 'repartie', en francés, son réplicas y respuestas famosas de grandes escritores, o que provienen del ámbito de lo público, de los oradores en los hemiciclos parlamentarios, que hasta hace nada revelaban cultura e ingenio, habilidad para el lance verbal, y el retruécano. Los antologados van desde Churchill a De Gaulle, de Picasso a Balzac o Apollinaire, de Jules Ferry a François Miterrand o Chirac. Probablemente esto ya no existe en este mundo nuestro, sin margen para la originalidad y el sarcasmo, en el que las réplicas ya vienen preparadas en un laboratorio, marca blanca de la contienda, y se convierten en réplicas de argumentario. Si me preguntan esto, contesto esto otro, y si me atacan en este sentido, recuerda tú lo que le pasó a este correligionario. El y tú más ha matado a la estrella del ingenio. La 'repartie' era fresca, un estallido inesperado, creada en el propio momento, en función de lo que hubiera dicho el contrincante, como si fuera una retruque saboreado ante un ataque verbal. Leía el otro día la réplica que soltó una vez Agustín de Foxá cuando le reprocharon su conservadurismo: «Soy gordo, soy conde, soy cazador, soy académico. ¿Cómo no voy a ser reaccionario?». O como aquella otra, cuando definía al Frente de Juventudes: «Son unos niños vestidos de gilipollas mandados por un gilipollas vestido de niño» No se trata de anécdotas, sino del supremo lance de la escaramuza verbal, que probablemente esté a punto de la extinción, porque la Inteligencia Artificial no tendrá capacidad para generar ese tipo de ingenio, ni el convencionalismo de nuestro mundo, centrado en lo políticamente correcto, y en no moverse de lo banal, permite esas alegrías inesperadas. Todos acabamos diciendo lo mismo, sobre lo mismo, sin ningún tipo de riesgo, por lo que pueda pasar. Ni siquiera la conversación de whatsapp ha permitido que florezca algo parecido al ingenio, aunque revelara malicia. De todas las capturas de pantalla que siempre surgen con ocasión de algún asunto polémico, de la corrupción y asuntos semejantes, no solo sorprenden las faltas de ortografía, y lo mediocre de los objetivos. Eso casi es lo de menos. Se echa en falta un mínimo de ingenio, un latigazo verbal, un estallido de sarcasmo. Y nosotros mismos, cuando escribimos, nos demoramos en darle a enviar, sin reparar en la frescura que deberían tener nuestras contiendas verbales. Casi dan ganas, en función de la posteridad, dejar alguna muestra endémica de réplica, que sea capaz de estimular una captura de pantalla. De los casos de este siglo XXI, de corrupción y otros charcos similares, no habrá ningún mensaje que sea candidato a ninguna antología.
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