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Nos envuelve la niebla

Nos envuelve la niebla

La Tierra parece sufrir un cónclave de personajes malignos que, como Atila, están dispuestos a que no crezca la hierba

MERCEDES CASQUERO DE LA CRUZMÉDICO Y ESCRITORA

Viernes, 18 de abril 2025, 23:45

En Valencia los días amanecen con el saludo del sol, con su luz brillante y los mil colores de la ciudad que ha inspirado a ... los más excelsos pintores. Luz y color nos dan ánimo necesarios para afrontar la vida de cada día, unas veces fácil, otras difícil, muchas rutinaria y sin alicientes, pero lo hacemos con el alma y el entusiasmo que nos aporta nuestro vecino Mediterráneo, con su luz mágica y con el aire que respiramos con aroma de flores y sabores de historia. La ciudad, generosa, colabora con él ofreciéndonos a cada paso que damos la «Valentia romana», la «Balansiya musulmana», la «Valencia cristiana del Rey Jaime I». Valencia es una ciudad hermosa, porque lo es y porque nosotros suplimos con amor y con indulgencia si algo falla en ella; el deterioro de algún jardín, la ausencia de flores, de alguna escultura, la dejadez de algunos y el incivismo de muchos, pero, a pesar de ello, nada podrá borrar nunca la esplendorosa y entrañable belleza de la «Valencia del siglo de Oro». cuya riqueza artística y humanística persiste en nuestro entorno y en nuestro recuerdo a cada paso que damos cuando caminamos por sus calles: Las iglesias con sus campanarios, los muros de la Lonja, los ficus de la Glorieta, la Catedral de Santa María, las recónditas placitas con aromas a jazmines, con el rumor cristalino de los surtidores...

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