Todo es mentira
En un mundo normal los cambios que parece que son a mejor se aplauden. En Meriton cada cambio es una caja de bombas con temporizador
Miércoles, 11 de junio 2025, 23:48
Es una pena que la incompetencia e historial de Peter Lim en el Valencia CF nos obligue -y sin obligarnos- a no creernos absolutamente nada ... de lo que pasa en el club. Por muchos cambios que parezca se están produciendo. Pero es normal, en más de una década de Meriton en Valencia ya conocemos a la perfección la forma de proceder del millonario singapurense. Funciona a golpes de timón mientras zozobra la empresa. Llegó a un Valencia en Europa y hoy estamos ante un Valencia de descenso. Todo lo demás son películas de vaqueros. Por aquí han pasado personajes de todo pelaje: Nuno mandando hasta que los resultados le despedieron, el comentarista Gary Neville, el filósofo Ayestarán, Prandelli -el más digno de todos-, 'espantadas Gatusso', Bordalás, Javi Gracia, Celades, Baraja... hasta llegar a Corberán. Con Voro siempre en la recámara, claro. Esto en el césped. Pero si quieren hablamos de más arriba: Layhoon o Anil Murthy que lo más redondo que habían visto en su vida era una botella de vino.
Y no, no me he olvidado de Marcelino ni de Mateo Alemany. Lo que pasa es que esa ha sido la única época de sensatez, orden y éxito del periplo Peter Lim. Y ambos fueron despedidos como todos los anteriores porque el modelo de invertir en la plantilla como única vía para estar en Champions no le convencía al dueño de las acciones. 'Mejor jugar la Champions sin poner un duro' debió pensar. Y, obviamente, desde entonces, ni Champions, ni Europa, ni nada. Descenso o mediocridad.
Así que, como ustedes comprenderán, nada de lo que está pasando ahora en el Valencia es garantía de un mundo mejor. Gourlay podría ser lo más parecido a Mateo Alemany y es cierto, un hombre de fútbol -no español, cuidado- como CEO del Valencia CF. Y Corberán -sin su currículum ni experiencia- podría ser lo más parecido a Marcelino, un entrenador que ha demostrado capacidad y conocimiento. Y la dupla Gourlay-Corberán, a priori, se une con una relación parecida a la que tuvieron Marcelino y Mateo. Todo esto es verdad y negarlo sería de necios. El resto de movimientos menores -la llegada de Raba y la renovación de Foulquier- no las computaría en la mesa de los cambios porque aquí también se renovó a Hugo Duro y se fichó a Pepelu y en realidad no cambió nada.
Sólo en largo plazo veremos si con Gourlay hay un cambio de verdad o es otro volantazo
Si a mí me preguntan, prefiero un millón de veces lo que está pasando a lo que pasaba. Mucho mejor Gourlay que Layhoon... o Murthy ¿verdad? A priori, no hay debate. Y a los tres los pone el mismo: Peter. Lo que pasa es que uno escribe la palabra 'Peter' y la siguiente que le viene a la cabeza es 'mentira'.
Porque, con Lim, todo lo que parece una cosa se torna la contraria cuando giras la primera esquina. Solo en el largo plazo podremos ver si esta vez hay un cambio de verdad o es otro volantazo en dirección al abismo rozado en los últimos años. Porque, aquí pueden venir los gurús o los 'Gourlays' que ustedes quieran. Pero si Peter no permite que se abra la caja del dinero y se invierta en un equipo de fútbol competitivo, el Valencia CF seguirá zozobrando cada año un poco más. Esa es la única realidad. Y, de momento, todos los cambios que se están ejecutando vienen sin el único cambio de verdad; el grifo del dinero. Y, de momento, el que lo tiene que abrir no ha movido ni un solo dedo. Llámenme descreído, pero hasta que no vea que este club funciona -mínimo en el medio plazo- como una empresa de fútbol normal seguiré pensando que todo, menos Corberán, es mentira.
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