Hágalo en privado
JORGE ALACID
Miércoles, 11 de junio 2025, 23:48
Entre las conquistas determinantes de nuestra civilización figura un concepto que fortalece la identidad colectiva desde tiempo inmemorial: la distinción entre la esfera pública y ... la privada. Una idea antigua que late en la conciencia de cada cual de manera invisible, porque lleva tanto tiempo adherida a nuestra conducta que ya nos pasa inadvertida. Pero es un atributo profundo, muy propio de las mejores culturas que han sido a la largo de la historia de la humanidad. Me gusta ver cómo se materializa en esos callejones emboscados en la Valencia antigua, huella del pasado árabe: los encantadores atzucacs, que acogen hoy mis pasos para recordarme el mimo con que nuestros antepasados resguardaban su intimidad. Rutas sin salida, que mueren contra una pared: el 'cul de sac' francés de toda la vida que entre nosotros custodiaba la rutina familiar intramuros, con esa clase de celo que ahora se bate en retirada. Los muros se han abolido o están en trance de caer derribados: esos vecinos que pasean por la calle en pijama porque han decidido que la calle es una extensión de su hogar no hubieran sido bienvenidos en la Valencia de hace mil años, cuando prevalecía un código de comportamiento que instauraba la noción profunda de la buena educación. Las normas de cortesía más elementales retroceden y los primeros que lo notan son nuestros cinco sentidos. La vista se ofende ante los espectáculos que menudean en la calle, repele al olfato la falta de higiene que prolifera entre nuestros congéneres, el buen gusto tampoco es lo que era... Tenemos que oír a nuestro alrededor atentados continuos al idioma que vertebra una comunidad de cientos de millones de hispanohablantes y el tacto ha dejado de distinguir gran parte de las relaciones sociales... Pasear por Valencia y España entera en verano invitará a cerrar los ojos, la boca o los oídos... Abandonarse a la melancolía recordando el añorado tiempo en que las virtudes eran públicas y los vicios, privados.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.