Borrar
Urgente El Gobierno confirma que el apagón se originó en Granada, Badajoz y Sevilla
Diario de un paseante

Días felices en Viveros

'Leer en defensa propia': un eslogan que resume el espíritu de la Feria del Libro

Jorge Alacid

Valencia

Miércoles, 30 de abril 2025, 23:16

Una silenciosa multitud avanza en procesión por la calle central de Viveros, muy pertinentemente dedicada a don Antonio Machado. La ausencia de ruido ambiente es ... llamativa, teniendo en cuenta la tendencia valenciana a su contrario, lo cual añade encanto al paseo que concluye a la altura de la terraza donde una pareja de mediana edad (una expresión que me chifla) se hace carantoñas mientras saborea un granizado de limón. También la Feria del Libro avanza lenta, pausadamente, mediante un movimiento como paquidérmico, majuestuoso: el propio de los glaciares cuando se derriten. Empadronarse estos días en Viveros es una manera de estar en el mundo que conspira contra la histeria que triunfa fuera de este oasis. Un paraíso en todos los sentidos. Al encanto de caminar entre la flora circundante se añade el placer de fisgar por los tenderetes, saludar a algún librero amigo o charlar con los conocidos dedicados al mismo noble pasatiempo: regalar a la cultura libresca el reconocimiento que merece en estos atribulados días. Como suele, la literatura sale al rescate. Para ella y para nosotros, en Viveros siempre es fiesta: nos alimentan el alma tantas páginas sanadoras que operan como vacuna frente a la estupidez reinante, como nos avisan algunos de los títulos alineados en los puestos. Desde uno de ellos me guiña un ojo un antiguo descubrimiento, 'Días felices en el infierno'. Es una recomendable lectura en esta hora crítica de la civilización, porque refresca la débil memoria de quienes hayan olvidado qué significa perder la libertad y renunciar al estatus de ciudadanos, siempre preferible al de puros consumidores. La obra autobiográfica del intelectual húngaro György Faludy (sometido a la dieta propia de todo disidente del comunismo: juicio farsa, gulag, trabajos forzados, exilio) abona el espíritu para afrontar cada imbecilidad que aceche lejos de Viveros. Los días felices saben mejor bajo este sol que nos abanica, cuando leemos en defensa propia como luce el eslogan de una librera de confianza. Cuando recordamos que un libro nos hará libres.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Días felices en Viveros