Salud mental, ¿qué seguimos ignorando?
Sigue siendo necesario visibilizar la realidad de las personas con enfermedad mental grave. Sigue 'en oscuridad', asociada a mitos, leyendas y prejuicios
JOANA CARDOZO CURVELO, PSIQUIATRA
Jueves, 26 de junio 2025, 23:46
Es innegable que en los últimos 10 años se ha hablado de salud mental con mucha más cercanía y empatía que en el pasado, y ... eso es maravilloso. No obstante, hay una parte de la salud mental que sigue en la 'oscuridad'. ¿Cómo lo sé? Porque lo veo y lo vivo todas las mañanas.
Trabajo con personas que padecen enfermedades mentales graves, en su mayoría presentan síntomas psicóticos. Esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, trastorno bipolar, depresiones mayores, psicosis inducidas por tóxicos, trastornos de personalidad, trastorno de estrés postraumático son algunos ejemplos que se engloban en trastornos mentales graves. De estas enfermedades se habla poco. Es comprensible sus síntomas son difíciles de entender, y la desinformación ha hecho mucho daño. Pero Existen. Y también forman parte de la salud mental.
¿Qué impacto tiene hablar de enfermedad mental grave?
En el año 1409, un sacerdote presenció cómo maltrataban a una persona con enfermedad mental en la calle. Conocer y 'ver' esta realidad despertó una acción determinante. El 24 de febrero de ese año el sacerdote pronunció un discurso que marcó un antes y un después en la salud mental de España y, más tarde, en Europa. Aquel sacerdote se llamaba Joan Gilabert Jofré -sí, como el nombre de la calle, el ambulatorio y el hospital de Valencia, se llaman así en su honor-.
En su discurso, Jofré apeló a la compasión y a la caridad cristiana. Instó a la comunidad a proporcionar refugio y cuidado a los inocentes, como entonces llamaban a las personas con trastornos mentales. Su llamado conmovió a los ciudadanos y a las autoridades, lo que permitió reunir los recursos necesarios para construir un hospital.
Así nació el Hospital de Santa María de los Santos Inocentes, también conocido como el Hospital de los Inocentes. Fundado en 1409 por el padre Jofré, fue pionero en el cuidado de personas con enfermedades mentales, ofreciendo un enfoque más humano en una época en que estos enfermos eran completamente marginados.
Le invito a reflexionar sobre esto: Solo cuando se tomó conciencia de aquella realidad, y se hizo visible ante los demás, la sociedad se movilizó para ayudar. Esa ayuda fue efectiva, más allá de conmoverse exigieron recursos económicos y buenos tratos para los ciudadanos que padecían una enfermedad mental.
No estamos en el siglo XV, pero créanme: sigue siendo necesario visibilizar la realidad de las personas con enfermedad mental grave. Sigue 'en oscuridad' asociada a mitos, leyendas y prejuicios que nada tienen que ver con la realidad. El estigma construido sobre esos prejuicios divide a la sociedad en 'ellos y nosotros' limitando cualquier clase de empatía y conocimiento de las necesidades de esta parte de la población. Además, es necesario que la población se eduque de forma global sobre la enfermedad mental con el claro objetivo de prevenir y cuidar su salud mental.
Más allá del estigma social, sabías qué existe un estigma estructural que condiciona la distribución equitativa de los recursos sanitarios. Sí, según la necesidad manifiesta de la población se cubren con mayor celeridad o no los recursos sanitarios. Es decir, el estigma limita las ayudas que llegan a estos enfermos.
Un enfermo mental necesita apoyo real y efectivo. No basta con una palpada en la espalda «mejórate, anímate». Se trata de personas que han enfermado y, como tal, necesitan soporte y tratamiento adecuado. Ese soporte para los enfermos y sus familias se ve limitado en alcance por el desconocimiento de la situación real de un enfermo mental.
No es beneficioso para nadie esa oscuridad sin sentido que rodea la enfermedad mental grave. Ya basta de los mitos que la acompaña. Necesitamos continuar difundiendo información veraz con el objetivo de ayudar y comprender a una parte de la comunidad que es vulnerable por su enfermedad y no separar a 'ellos de nosotros'.
Escuchamos las palabras 'enfermedad mental' muy lejos de nosotros, lamento informarle que no es así. Según la organización mundial de la salud una de cada cuatro personas va a padecer a lo largo de su vida algún trastorno de enfermedad mental. Esto es una probabilidad muy alta. Nos puede tocar a cualquiera...
Imagina que padeces una enfermedad y por la desinformación que hay entorno a esa enfermedad sientas miedo o vergüenza que el resto se entere que la padeces. Imagina que tu o un familiar necesita recursos de tratamiento y sostén para tener una vida digna, pero estos recursos escasean. Esa es parte de la realidad que vive un enfermo mental y sus familiares.
«Hablar de la enfermedad mental grave también es proteger la salud mental de toda la sociedad»
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