Secciones
Servicios
Destacamos
Mosab Abu Toha es poeta gazatí. Y columnista en The New Yorker y The New York Times. Ayer tropecé con estos versos suyos: «No son ... solo las mejillas y la frente. /La metralla me ha perforado el cuello,/ y el hombro». Las trágicas secuelas de la dana, las incertidumbres del gran apagón, el tercermundista colapso ferroviario, la despedida del papa Francisco, el inicio del cónclave... Toda esta cadena de acontecimientos nos está haciendo desviar la mirada de algo tan cruel y horroroso como es la situación de Gaza. Las imágenes que ofrecemos los medios de comunicación, diluidas entre tanto hecho histórico, son terribles. Bebés y niños, golpeados por los bombardeos y padeciendo una espeluznante hambruna. Algo que viene describiendo de manera ejemplar el compañero Mikel Ayestaran. Imposible observar, desde el sofá de casa, sus cuerpos y rostros sin que te entren ganas de llorar. De rebelarte. De pensar que, si estamos permitiendo esto, es que nuestro nivel de deshumanización es escandaloso. Letal. De un sorbo y sin azucarillo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.