Fanatismo corrosivo
España no aguanta más mentiras del sanchismo
España se quedó a oscuras. Paralizada. Carente de información oficial. Seis horas tardó Sánchez en salir a la palestra. Para no decir nada. Ni aclarar ... la causa de lo que estaba pasando. Conviene pues dejar las cosas claras. Hace cuatro años Vox advirtió que el derribo de presas hidráulicas y el cierre de centrales nucleares convertía a España en dependiente y vulnerable. Amén de hacer mucho más cara la factura eléctrica que pagamos todos. Luego -con ocasión del apagón total que sufrió Chile- Vox volvió a señalar que un hecho semejante podía producirse aquí. Por el notorio desequilibrio estructural que lastra nuestro sistema. Dada la preminencia en él de las llamadas «energías renovables». También porque Red Eléctrica no estaba en condiciones de realizar con garantías esa transición energética impuesta por el Gobierno. Aspecto sobre el que se habían manifestado ya la mayoría de los expertos. Sin embargo, Sánchez aseguró entonces que ese riesgo de apagón general no existía y que hablar de ello era un despropósito. Bulos lanzados por la extrema derecha. Ahora -cuando se ha producido- Sánchez trata de ocultar que el origen del asunto estriba en ese necio fanatismo ecoclimático impuesto por la izquierda y Bruselas. El que está impidiendo a España tener soberanía energética. Explotando nuestros propios recursos naturales. Un fanatismo corrosivo que impidió también hacer las obras de canalización del Barranco del Poyo. Esas que hubieran evitado la inmensa catástrofe sufrida en Valencia el 29 de octubre. El colmo es que Sánchez todavía se atreva a señalar que la culpa del desastre la tienen «los operadores privados». Es decir, pretende otra vez tomarle el pelo a la opinión pública. Porque el problema está en Red Eléctrica. Una empresa participada por el Estado. Plagada de enchufados sanchistas. Cuya presidenta es hoy una exministra socialista. Que encima se niega a dimitir aduciendo que no tiene ninguna responsabilidad en lo que ha sucedido. Por último, Sánchez asegura que otro apagón semejante no volverá a ocurrir. Sin más justificación que avale su pronóstico. Para el Gobierno, fin del asunto. Pues no. Ha habido muertos y pérdidas millonarias. Se ha puesto en riesgo la seguridad nacional. Lo sucedido puede volver a pasar en tanto no haya un cambio sustancial de la política energética que pasa por echar a Sánchez. Culpable de lo ocurrido. Un suceso que mina aún más el prestigio de España. Así que Vox va a exigir todas las explicaciones pendientes. A fondo. Como toca. España no aguanta más mentiras del sanchismo. A ver si el PP se entera. Oposición frontal. Absoluta. Sobra andarse con pamplinas.
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