Espadas

«Mos volen furtar l'escut»

Ignoran que la heráldica es una ciencia muy seria

Lunes, 3 de noviembre 2025, 00:05

Menos mal que la idea de añadirle un lema al histórico escudo de Valencia -un «claim» en el spanglish que farfullan los pijos que gobiernan ... Valencia- se le ha ocurrido al portavoz municipal del PP JC Caballero. Esta misma sandez la plantea un miembro del equipo de Ribó y ya tendríamos el lío armado. Al grito de «Mos volen furtar l'escut» volvería la burra de las señas de identidad al trigal de los símbolos. Los proponentes cometerían entonces un segundo error al defender el disparate. Y perderíamos otros cinco años en perturbadoras e interesadas polémicas. De más está aclarar que en el ánimo de Caballero no está robarle el escudo a nadie. Simplemente no calibró si podía ponerle un pegote a un elemento tan institucional y representativo como el emblema urbano, que no otra cosa es elegir «un lema o eslogan que acompañe la imagen corporativa del consistorio». Pero tampoco pretendía Josep Ll. Albiñana arrebatarle la Senyera al Palleter -un suponer- y no vean la de vueltas que UCD, AP, UV «et alii» le dieron arteramente a ese calcetín en los 80. El error cometido por Caballero en esta representativa cuestión ha sido proceder con la misma frivolidad con que esa otra integrante de La banda inglesa de Gal que es Paula Llobet convoca y dota generosamente sus pintorescos «retos». Ignorar que la heráldica es una ciencia muy seria. Que los blasones no admiten complementos elegidos al tuntún. Que las armas de una ciudad como la nuestra no son el «Alirongo»: «el sombrero me lo quito y me lo pongo». Ni en modo alguno deben ser confundidas con un tablón de anuncios. El escudo del Cap i Casal sólo ha variado sustancialmente en dos ocasiones. Y no debería modificarlo ahora un gobierno local que, por no saber, no sabe la de siglos que hace que el escudo de Valencia tiene un lema. Permítanme, pues, que lo describa para que se enteren: Está representado por las dos eles que flanquean el cuadrado apoyado sobre uno de los vértices con los colores de Aragón, aunque en distintos lugares aparece escrito con todas las letras en una filacteria, una cinta envolvente. Su origen se remonta a 1377, año en que Pedro IV de Aragón la compensó los dos sitios que sufrió en la guerra contra Pedro I de Castilla, concediéndole el privilegio de usar sus armas y la corona real. Y aunque puede que para Caballero no sea un lema lo suficientemente 'top', esas dos eles significan «Dos veces leal». Y se suponía que a MªJ Catalá le gustaban. Tituló así, «Doblemente leal», la prédica del 9 de octubre de 2024. «Somos hijos de un pueblo doblemente leal», decía. «Está grabado en nuestro escudo -añadía más tarde-, en nuestro ADN». Neuralex.

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