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Mucho me equivocaré si la presidencia de la Generalidad no se la disputan dos mujeres y una de ellas es la descartada en todas las ... quinielas Mª José Catalá. Nombre que me arriesgo a aventurar porque me lo da por seguro quien me lo puede dar. Amén de porque es de una lógica aplastante. Catalá es la única dirigente del PP que está en condiciones de cubrir la vacante en caso de desfallecimiento o de fallecimiento (político) repentino del actual titular del Consell, que ambas desgracias son factibles, porque es diputada. Condición que no reúne la vicepresidenta del Consell Susana Camarero, por lo que, en el mejor de los supuestos, sólo tendrá alguna posibilidad de tomar el relevo si Mazón apura el mandato. Una compatibilidad que Catalá no exigió, desde luego, para no ser menos que Rita Barberá, sino para estar al quite -buena es la exalcaldesa de Torrent- y Mazón no pudo negarle porque la necesitaba en aquel entonces para moverse por Valencia. A partir de ahí, no hay impedimento que valga. Las pegas que se considera que pondría Vox no parecen tener en cuenta que la táctica de 'The Patriots' -hablan en cristiano- es el aquí me las den todas. El peligro de debilitar el grupo municipal, por lo demás, es más nominal que real. Hay banquillo, alegan en la Casa Gran. Y continuar asegurando que el candidato ideal a la alcaldía sería González Pons es no apreciar que como siga profiriendo inconveniencias -la libertad de opinión está reñida con la prudencia política- no es que le van a apartar un poco más de la dirección nacional, es que se van a pensar muy mucho renovarle la ficha europea. De ahora en adelante lo que sí que va a tener que hacer Catalá es evitar que se le note que se encuentra en expectativa de destino; defender a Mazón si procede, como hizo ante las fieras de la FVMP, y no desmarcarse excesivamente de él, como hizo Feijóo alegando un compromiso contraído con anterioridad para excusar su asistencia al último bolo matritense del 'president', y han continuado haciendo peperos de la estricta confianza del Molt Honorable en ejercicio como JF Pérez Llorca. El estreno de 'El gran teatro del mundo', primera de las tres interesantes obras de Calderón programadas por el Teatro Principal para esta temporada, preludia un inminente intercambio de trajes y papeles en la comedia autonómica. Y el de Catalá por Mazón podría no ser el único. La tranquilidad con que la ministra gandiense Morant se embarcó un buque del CSID rumbo a la Antártida después de dejar que se pudriera la gestión del CNIO, abrir en canal al PSPV y dimitirle el director del CINC pone en duda su idoneidad para competir por nada.
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