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Aviso de lo que se avecina

Sábado, 24 de mayo 2025, 23:16

A veces la política se adentra en el terreno de la literatura y no siempre en la de capa y espada o romántica, sino en la de ciencia ficción. Y cuesta distinguir, entonces, entre realidad y distopía. Ha ocurrido en Argentina hace una semana. Se celebraban comicios legislativos en la ciudad de Buenos Aires, donde la Propuesta Republicana (Pro) de Mauricio Macri gobierna desde 2007, habiendo obtenido una victoria con el 50 % de los votos en las últimas elecciones. Esta vez se esperaba una mejora de La Libertad Avanza (LLA), el partido del presidente Milei, y se especulaba con que esa división entre derecha moderada y extrema pudiera suponer un avance para la izquierda kirchnerista, pero nadie dudaba de la victoria del Pro. Sin embargo, todo cambió en el último minuto, al atardecer del sábado, la víspera.

Sin que se sepa de dónde vino ni quién lo puso en circulación, en ese momento preciso, empezó a circular por las redes sociales, en particular por wasap, un vídeo en el que expresidente Macri, líder del Pro, se dirigía formalmente al pueblo para decir que, ante el riesgo de que la división entre centristas y ultras diera el triunfo a los kirchneristas, había decidido retirar la candidatura de su partido para la elección del día siguiente, que lo hacía por el bien superior de la nación argentina y que pedía, expresamente, el voto para el candidato de Milei. Añadía, después, que por la hora avanzada no iba a ser posible eliminar las papeletas del Pro de los colegios electorales y que, por eso, los ciudadanos se iban a encontrar con la opción, pero que, por favor, no la tomaran, pues ya no estaba en liza, que se concentrasen los votos en la candidatura del LLA de Milei. Como consecuencia, el partido del presidente de la motosierra obtuvo una histórica victoria y el de Macri una derrota monumental en su propio feudo.

Pues bien, el vídeo era falso. Se había realizado con inteligencia artificial, tan perfecto que resultaba imposible distinguirlo de cómo se habría producido si fuera auténtico. Y se distribuyó cuando la reacción de Macri ya resultaba casi imposible. Duro, pero estamos al principio.

El día en el que elijamos a un ordenador como alcalde está un poco más cerca

Para la batalla democrática se avecina la era de las armas nucleares: o ponemos reglas al uso de la IA en campañas electorales o pronto no sabremos qué es verdad y qué mentira en política, ni siquiera si los candidatos que se nos ofrecen son como los vemos. El día en que elijamos a un ordenador como alcalde está un poco más cerca y aquel en el que perdamos la percepción de lo real también. La revolución de mis hijos será contra Matrix, lo suelto y me quedo en paz.

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