Pura vida

No hay clavo ardiendo

Las heridas siguen frescas, apenas han cicatrizado. Y nadie ha olvidado

Ramón Palomar

Valencia

Martes, 28 de octubre 2025, 23:34

Salvo si gastas la sensibilidad de una venenosa mamba negra, hoy es uno de esos días en los que te levantas entumecido, tristón, flojo, espeso ... y algo asqueado. Uno de esos días extraños en los que huyes de todo y de todos. Nada te motiva, nada te alegra, nada te proporciona, como es lógico, recuerdos amables a los que aferrarte. Hoy no encuentras el clavo ardiendo que permite encarar tus pasos con cierto donaire. Las heridas siguen frescas, apenas han cicatrizado. Y nadie ha olvidado. Nadie podrá olvidar la fecha del 29 de octubre. Yo sé donde estaba y qué hacía. Me largué tarde y noqueado al lecho y, muy pronto, escapé de la cama a la mañana siguiente mientras mi cerebro intentaba digerir las imágenes que emitían las televisiones. «El horror, el horror...», que murmuraba Marlon Brando al final de 'Apocalypse now'.

Publicidad

Hablé hace unas pocas jornadas con dos hermanos que perdieron la nave donde fabrican colchones. «¿Cómo enfocaréis la dichosa fecha?», les pregunté. Tragaron saliva, no podían contestar y sus ojos se apagaron tras la humedad. Sólo quieren precipitarse bajo el telón de la amnesia y que la fecha de marras se supere lo más pronto posible. No les apetece rememorar la tragedia. Fijan su vista hacia el futuro, siempre hacia el futuro. A base de esfuerzo y tesón, recuperaron el negocio y su lucha prosigue. ¿Los seguros del Consorcio? Bueno, en fin, tú ya sabes cómo son estos asuntos de papeleo, digamos que falta bastante pasta por llegar. Y qué rápido ha transcurrido este año...Y todas esas promesas o esas ayudas que no sabemos si se canalizan con tino y sensatez... Pero además, los efectos de la catástrofe no se diluyen porque asistimos a un festival espantoso basado en una suerte de sinuoso juego de las versiones. Qué sí, que estamos de acuerdo, que Sánchez nos abandonó y salió huyendo de Paiporta, pero aquí Mazón no asumió el liderato que se necesitaba y todas las milongas que nos cuenta apestan. Un año después hemos averiguado que acompañó a la periodista hasta el aparcamiento. ¡Un año después! La desconfianza de los ciudadanos, incluso la de la mayoría de sus votantes, es rotunda y supone un trueno que nos revela que la situación del President es insostenible. Ignoramos si todavía aparecerán nuevos detalles que nos descubran el caos que intuímos se produjo fruto de una impericia manifiesta. Sólo la verdad aparciguaría los ánimos. Pero la verdad, hace lustros que la erradicaron de sus vidas buena parte de los políticos (¿verdad, Sánchez? ¿Verdad, Mazón?).

Hoy es uno de esos dias que se nos atragantan y atraviesan. Un día en el que deambulas a cámara lenta. El mundo discurre grasiento mientras nos dedicamos a nuestras labores y la atmósfera general adquiere el tono sepia de la pura melancolía y de la rabia tan contenida como reconcentrada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad