Mazón y las víctimas, material sensible
Sánchez y el PP europeo se han reunido con los afectados. El Consell lleva siete meses envuelto en dudas
La historia. Carlos Mazón también ha llegado tarde al necesario y obligado intento de reparación de las víctimas de la dana, un material, como ... todo lo relacionado con las emociones, profundamente sensible. La sensación con el máximo dirigente del Palau es que avanza a rebufo de los acontecimientos, incapaz de recuperar un liderazgo, de anticiparse a las arrolladoras secuelas de la dana en el ámbito judicial y en el social. La situación es la siguiente: siete meses después de la tragedia, Mazón no se ha reunido con las asociaciones de víctimas. Ha organizado pequeños simulacros, un cita sorpresiva por aquí, un encuentro más o menos formal con el presidente de la asociación SOS Desaparecidos -reunión que, por cierto, rompió el consenso en la entidad-, pero nada de ese acto masivo con los principales afectados y sus interlocutores. La legítima reivindicación de las víctimas -la actuación fue tan nefasta que aún hoy resulta inexplicable incluso para los gestores- mantiene a Mazón acorralado o dubitativo. O todo al mismo tiempo. No hay peor escenario para un dirigente, acostumbrado a operar con agilidad en terrenos pantanosos. ¿Cómo organizar el prometido encuentro con las víctimas? ¿Portavoces o absolutamente todos? ¿Cuál debe ser el lugar, algo institucional? ¿Debería estar directamente el presidente o alguien menos contaminado con la fatídica jornada del 29-O para una primera toma de contacto? Una Susana Camarero haciendo el papel -se supone que con acierto- que le encargaron en su momento a Juan Cotino con el accidente de metro. La situación va camino de enquistarse como le sucedió a Camps con las víctimas del 3 de julio con quienes se negó a reunirse. Mazón, consciente de ese lastre, trató de no repetir errores. Se notó, por ejemplo, en la rápida reacción con los afectados por el tren de Bejís (una gestión deficitaria y que puso en riesgo vidas en los tiempos de Ximo Puig). Actuó de nuevo con diligencia con los perjudicados del incendio de Campanar. Ahora, en cambio, ha perdido los tiempos. En lenguaje Botánico, conoce el qué pero ignora el cómo y el cuándo. O peor, sabiéndolo, parece maniatado. Sin valor para dar el paso. A Mazón le adelantan por la derecha. Sánchez, un presidente desaparecido de la Comunitat, se ha reunido este jueves con las víctimas. El PP tampoco contribuye a la distensión con esa reunión en Bruselas donde Esteban González Pons imploró el perdón de las víctimas. Y la carta que el Parlamento enviará al presidente para instarle a ese encuentro. El socio prioritario de Mazón, lejos de ayudar, se dedica a poner trampas en las que caen con sorprendente bisoñez. Vox abrió el fuego con el supuesto interés partidista de las víctimas y el PP se colocó a rebufo a seguir la estela tremendamente peligrosa. Rectificó, sí. Fueron 24 horas de desconcierto. En realidad, son ya siete meses. Seguimos.
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