Concept Peugeot Quartz, el todoterreno del futuro

La propuesta de Peugeot para vehículos todoterreno de gama alta en un futuro a medio plazo tiene nombre: Quartz. Este concept que presenta una idea de lo que podrían ser los SUV deportivos de la marca, equipa un propulsor térmico, desarrollado por Peugeot Sport, y dos propulsores eléctricos que le permiten desarrollar una potencia combinada de 500 caballos.

Como es habitual en este tipo de vehículos, la innovación tecnológica pasa a un primer plano y además del diseño llama la atención la utilización de algunos materiales que no necesariamente tienen que ser fibra de carbono o composite, que también están presentes. En este caso son más protagonistas la piedra de basalto, un tejido elaborado con telares digitales o algunos cueros recuperados.

La piedra de basalto se emplea especialmente en la consola central. Esta materia prima es el resultado de un magma enfriado bruscamente en contacto con los elementos y presenta propiedades idénticas en todos los rincones del mundo. En este caso, el basalto se mantiene en bruto para que contraste con el resto de materiales utilizados.

El concept Quartz dispone de un tejido elaborado por un telar digital. Con un innovador proceso permite realizar piezas de grandes dimensiones ya desde su salida de máquina. De este modo, no hay que efectuar cortes y no se desecha material. Por otra parte, esta tela se teje con hilo de poliéster producto del reciclaje de elementos plásticos como, por ejemplo, las botellas de agua.

Por último, el cuero es también uno de los protagonistas. Pero es una piel obtenida con la recuperación de muebles y abrigos. Para lograr una ambientación deportiva, el salpicadero, los montantes y el techo están tapizados en cuero negro mientras que las zonas de contacto, como los respaldos de los asientos, se presentan en cuero leonado.

Para completar la presentación del habitáculo, las contrapuertas se han fresado a partir de un bloque de material compuesto donde el fondo de cada línea dejada por la herramienta se ha tintado en rojo. El entramado que se obtiene con ello tiene un efecto cinético, que simula cambiar continuamente su apariencia.

Con una anchura de 2,06 metros y unos neumáticos de medida 305 mm la apariencia del Quartz es imponente. Las diferentes funciones de iluminación se componen de módulos ópticos de led. Los faros sin cristal están resaltados por una guía de luz que, en ambos lados, parece que emerge de la carrocería para cortar el flujo de aire. El león, situado en el centro de la parrilla, va decorado con un motivo ajedrezado cuya visión varía en función de la posición del espectador.

El gran tamaño de las llantas de aluminio, 23 pulgadas, aloja a neumáticos Continental que se insertan en los generosos pasos de rueda. Los voladizos son muy cortos para un mejor aprovechamiento del habitáculo y el espacio para el motor. La parte superior del habitáculo parece realizada en una sola pieza en la que se hubieran tallado los diferentes elementos. Los arcos metálicos insertan los cristales a la carrocería.

El techo acristalado da lugar a dos alerones para aumentar el apoyo aerodinámico. Ambos se colocan justo donde se separan los dos colores del concept Quartz: gris mineral, inspirado en el cristal de roca en la parte delantera, y negro mate, a partir de las aletas traseras donde se destacan algunos detalles en rojo.

Con una apertura a compás de las puertas enfrentadas, el acceso al interior es sencillo por la supresión del montante central los cuatro pasajeros acceden al interior mediante los estribos desplegables. Como en los modelos de serie, en el Quartz lleva el Peugeot i-Cockpit, con un volante compacto con múltiples mandos y tanto los intermitentes como el cambio de marchas se accionan desde el volante. La instrumentación elevada cuenta con una pantalla de grandes dimensiones con una lámina de policarbonato inclinada 45º que permite presentar informaciones complementarias con un efecto de profundidad.

Con una potencia total de 500 CV, la tecnología híbrida se compone de un motor térmico y dos motores eléctricos que se pueden recargar. En el primer caso es el propulsor de gasolina 1.6L THP de 270 caballos desarrollado por Peugeot Sport. Asociado a una caja de cambios automática de seis relaciones, este cuatro cilindros de gasolina desarrolla un par de 330 Nm y una potencia específica de 170 CV/litro.

De manera complementaria, el eje delantero se acciona mediante un propulsor eléctrico de 85 kW en toma directa. Este motor recarga la batería de 400 V en las fases de deceleración y asiste al motor térmico en los cambios de marcha. El eje trasero acoge igualmente un motor eléctrico de 85 kW para la propulsión del vehículo y participa asimismo en la recarga de la batería.

Este conjunto propone tres modos de uso. En modo ZEV, el vehículo puede recorrer hasta 50 kilómetros gracias a la batería recargable mediante un enchufe convencional. En modo Route, el motor térmico y el eléctrico delantero funcionan conjuntamente para favorecer un agrado de conducción elevado y una recarga máxima de la batería durante las deceleraciones. Finalmente, el modo Race asocia los tres motores para sacar lo mejor del chasis, que dispone de ejes equipados con diferenciales de deslizamiento limitado. Así, esta arquitectura permite repartir el par entre las ruedas en función de la adherencia.