Los Jeep son coches que gustan y, si tuviéramos la posibilidad de tener un gran garaje lleno de coches de todo tipo, seguramente uno de ellos sería un Wrangler con grandes ruedas y ganas de aventura. Pero la realidad es que la mayoría de los propietarios no podemos permitirnos estos sueños y, en cambio, sí nos gustan los Jeep. La marca lo sabe, y ha trabajado en dos frentes: hacer los Wrangler más cómodos y utilizables en el día a día y ampliar la gama a todos los segmentos posibles, de los Cherokee y Grand Cherokee, que ya llevan años triunfando, a nuevas propuestas como el compacto Renegade, y todo ello sin perder el alma Jeep.
Con ADN aventurero
El pequeño modelo de la marca termina de recibir una puesta al día que incluye faros de nuevo diseño y algunos cambios mecánicos. Esta versión, que no es la que hemos probado, llegará a finales de año y, entretanto, tenemos a la venta el modelo actual, ya de por sí bastante completo ¿Es mejor esperar al renovado Renegade o preferimos comprar el actual? Depende de los gustos, de los motores y del precio. Por ejemplo, la marca no ha confirmado que el renovado modelo vaya a tener versión diesel por lo que, si nos interesa este tipo de motor porque vamos a hacer muchos kilómetros, es el momento de comprarlo, ya que la gama tiene desde versiones 1.6 de 120 CV y tracción delantera hasta el 2.0 de 170 CV 4x4 automático. En el caso de los modelos de gasolina dependerá de nuestras 'prisas' por tener el coche. Si lo queremos ya mismo, este 1.4 turbo de 170 CV es una buena opción, pero la gama traerá motores de menor consumo y cilindrada.
En nuestra prueba estamos ante uno de los modelos tope de gama y nuestro Renegade tiene tracción total permanente, caja automática de nueve marchas, varios programas de conducción adaptados a cada terreno que incluye uno 'low' que imita a las reductoras para las zonas más difíciles.
Nos vamos a quedar con las ganas de conocer sus límites, ya que nuestra prueba va a discurrir sobre asfalto.
Nuestro coche viene desde Madrid a Valencia, y en autovía es un coche cómodo y tan rápido como queramos que sea. Eso sí, la aerodinámica no es su punto fuerte, y en cuanto sobrepasemos los 120 por hora el consumo va a subir por encima de los diez litros cada cien kilómetros.
Por dentro es amplio para su tamaño exterior -sólo 4,2 metros-, lo que lo hace muy urbanita y cómodo en ciudad. Tanto delante como detrás se viaja con confort, especialmente si son sólo cuatro adultos lo que van en el coche.
Al volante destacan los numerosos mandos, quizá demasiados, y eso que la pantalla de ocho pulgadas, ya aglutina muchas de las funciones.
Confort y equipamiento
En marcha destaca por el confort, sobre todo de los asientos. El ruido, en cambio, se hace notar, debido a sus formas 'muy Jeep', algo que se compensa con el buen equipo de sonido. Dentro y fuera del coche nos encontramos 'camufladas' imágenes del logo de la marca o de los míticos 'Jeep' en muchos lugares, algo que los americanos llaman 'huevos de pascua' y que empieza a ser común en muchos coches: altavoces, faros, teclas y hasta retrovisores tienen la imagen de los faros redondos y las siete barras.
En ciudad se desenvuelve muy bien, y los conductores de un Jeep Wrangler se sentirán mucho más cómodos en un coche como este, que se encaja en cualquier lado y que tiene una gran visibilidad.
Nos ponemos serios cuando hablamos de precios. Aunque el Renegade es un 4x4 de tipo urbano, para muchos un segundo coche de la casa, la sofisticación técnica de esta versión hace que su precio de tarifa supere los 30.000 euros. La gama está disponible desde unos 15.000 -hasta algo menos si financiamos la compra con la marca-.
El Renegade lleva toda la distinción, el diseño y la tecnología de Jeep a un ámbito más urbano, ahora bien, el motor gasolina, combinado con la tracción 4x4 y la caja automática, dan lugar a un consumo alto, por lo que hay que valorar apostar por el diesel o con tracción delantera.
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