Elegancia en formato sport

El Serie 8 sustituye en el catálogo al Serie 6, y reúne un mayor consenso en su diseño que se traslada a la nueva versión de cuatro puertas, conocido como Gran Coupé y que se suma a los Coupé y Cabrío en el catálogo de la marca. Ya en el Serie 6 el Gran Coupé fue un éxito de ventas que será mayor en el Serie 8, más económico que el coupé.

Lo más importante en esta versión es el tratamiento de los pasajeros de la parte trasera, y es que hacer un coupé de este tipo para que los viajeros no vayan cómodos es un error que ya ha cometido alguna marca, pero hay que hacerlo sin castigar el diseño, como también ha hecho otro competidor de BMW.

En el Serie 8 la marca alcanza un buen equilibrio. El coche es más largo y ancho que el Serie 8 convencional, pero mantiene una línea llamativa a la que se le añaden dos puertas de forma armoniosa. Estas dan acceso a un espacio pensado para dos, pero homologado para tres, por si hay que llevar un tercer pasajero, que este tenga cinturón y cobertura de la póliza de seguro. Los dos principales viajan a la perfección en cuanto a longitud, anchura, altura e incluso acceso al interior, y pueden contar con regulación propia de calefacción y equipo multimedia. No es como si viajáramos en un Serie 7, pero sí como en un Serie 5, por poner un ejemplo de su confort. El maletero también se beneficia de los cinco metros de largo de este deportivo, y tiene 440 litros y, como dirían los expertos en modelos premium «caben dos juegos de palos de golf».

En el puesto de conducción no hay grandes novedades y el estilo del Serie 8 se repite en este cuatro puertas, con un salpicadero muy tecnológico en el que el único pero es un cuadro de relojes digital de difícil lectura, algo que se compensa con el excelente 'head up display' que proyecta la información en el parabrisas.

Bajo el capó el Serie 8 ofrece libertad de elección, con tracción trasera o total, motores de seis y ocho cilindros, gasolina o turbodiésel entre 320 y 625 CV. Este último es el modelo M, que llegará en 2020, por lo que el más potente hoy en día es el 850i de 530 CV, del que tomamos el volante. En las carreteras españolas es difícil explotar las posibilidades de semejante mecánica, pero sí podemos destacar que el coche es tremendamente veloz, silencioso y fácil de conducir, con un buen confort de marcha, algo importante en un modelo pensado como 'gran coupé', y no como un coche para utilizar habitualmente en circuito, al menos no como se puede hacer en los modelos M de BMW. El coche cambia de carácter al variar sus modos de conducción, con un programa 'sport plus' en el que el escape suena más y dirección y frenos, más deportivos.

Si acompañamos este modelo con algunas de las opciones BMW Individual, como los excelentes asientos de nuestro coche, la pintura negro mate o el mando del cambio con un cristal al estilo 'swarovski', la tarifa alcanzará los 150.000 euros. Si nos 'conformamos' con menos, el Serie 8 gasolina de tracción trasera y 340 CV está a la venta desde 101.900 euros, y el diesel, solo con tracción total y 320 CV, desde 109.300 euros. Precios razonables en esta categoría en la que, aunque se mira el precio, al final el cliente suele comprar el modelo que más le gusta, y en este sentido el Serie 8 tiene la ventaja de ser el último y más atractivo de esta nueva categoría.