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El nuevo Mustang se inspira en el original, pero cada vez es más moderno y atrevido.

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El nuevo Mustang se inspira en el original, pero cada vez es más moderno y atrevido.

Un coche de película

FORD MUSTANG BULLIT ·

Ford lanza la versión 'Bullit' del Mustang, inspirada en el film de Steve McQueen con 460 CV y diversión para casi todos los públicos

ALEX ADALID

Sábado, 13 de julio 2019

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Acelerar el Mustang resulta hipnótico, un oscuro bramido se cuela por nuestros oídos y nos traslada a las calles de San Francisco, donde el teniente Frank Bullit, protagonizado por Steve McQueen, realizó una de las primeras persecuciones que vimos en el cine en la que, conduciendo un Ford Mustang, perseguía a un no menos amenazante Dodge Charger. Bullit se convirtió en mítica por esa persecución y convirtió al Mustang de color verde en un objeto de culto para fetichistas.

Una edición de colección

Con el lanzamiento del nuevo Mustang, Ford vuelve a poner en su catálogo una versión Bullit, inspirada en el coche de McQueen, y si en ocasiones los mitos son inalcanzables, en otras están más cerca de lo que uno espera. El Mustang cuesta en España 42.500 euros en versión turbo de 285 CV, 49.000 con motor V8 de 450 CV y 55.600 en esta versión Bullit, sólo disponible en carrocería coupé, cambio manual y con un equipamiento que incluye frenos Brembo, nuevas llantas, asientos de cuero calefactables y ventilados, equipo multimedia, ayudas a la conducción...

Por un precio similar al de los coupés europeos, el Bullit ofrece el carisma de una serie limitada. La calidad del nuevo modelo es muy elevada, las ayudas a la conducción y modo circuito impresionan. El nuevo Bullit es una herramienta precisa y potente en circuito, pero con confort y espacio para diario El original y el actual comparten concepto: motor V8, línea atractiva, amplio espacio y buen precio

Es un capricho, pero un capricho al alcance de un gran número de usuarios que, bien por su imagen o bien por las prestaciones, quieren comprar un Mustang, con las ventajas de contar con el servicio de un concesionario oficial Ford, sin tener que importar el coche de forma particular, como ocurría hasta hace pocos años. No es la única ventaja. El Mustang ya es el deportivo más vendido en Europa, y lo es porque su chasis y mecánica se han adaptado a los gustos europeos en cuanto a dinámica y funcionamiento.

Potencia a la americana

La mecánica del Mustang es totalmente 'USA'. El V8 no tiene turbo ni está especialmente 'apretado', como dirían los expertos. Con cinco litros rinde 460 CV, tiene caja manual de seis marchas, tracción trasera y hasta el freno de mano es manual. Un coche sencillo y potente, y no es que Ford no sepa hacer las cosas de otra manera, ya que el superdeportivo GT alcanza los 710 CV con un V6 biturbo, sino que el Mustang es potente y veloz a su manera.

Eso no quiere decir que no haga un uso extensivo de la electrónica. Nuestro Mustang nos sorprende con lo último en ayudas a la conducción como el control de carril con corrección de giro de volante, un equipo multimedia avanzado pero fácil de usar o un fantástico cuadro digital con toda la información posible y muchas configuraciones. Incluso podemos conocer la temperatura en las culatas, diferente a la del bloque motor, todo un lujo.

Para conocer mejor el mito hemos reunido nuestro Bullit con un Mustang original. Se trata de una unidad de 1964, propiedad de Vicente Roig, pintor profesional y socio del club de clásicos Horta Classic. Tiene varios americanos en su garaje, y el proceso, antes de que internet y las redes sociales hicieran la información más accesible, era buscar un contacto en América y comprar una buena unidad de nuestro coche favorito para importarla.

Amplio equipamiento.
Amplio equipamiento.

En este Mustang vemos rasgos que ha tomado el nuevo. La parrilla, los tres troqueles en la carrocería junto a los faros, que se trasladan a luces led en el modelo actual, las proporciones con el capó largo y la trasera corta o los pilotos traseros en tres franjas. Bajo el capó también hay un V8, claro, pero con enormes carburadores y el mismo murmullo embriagador.

En el nuevo el sonido es 'regulable', ya que un botón en el volante nos permite elegir entre 'silencioso', ideal para salir de madrugada hacia el trabajo, normal, deportivo o circuito. En cualquiera de ellos, incluso en el normal, la adrenalina sube y se nos pone cara de McQueen al volante de nuestro coche. Acelerar es una gozada, y el V8 gana revoluciones sin miedo hasta acercarse a cotas de carreras con la carrocería vibrando al mismo ritmo. Cada reducción de marcha viene acompañada de un acelerón que iguala las revoluciones del motor y la velocidad de giro del cambio para hacer más suaves los cambios, lo que en las carreras se llama 'punta-tacón, y le da más emoción a la conducción. Si aceleramos a fondo las pegajosas Pilot Sport derraparan brevemente, incluso notamos como el coche 'culea', pero sin perder el control del mismo, de modo que podemos rematar las salidas y trazadas con un discreto pero satisfactorio 'drifting'. Podemos desconectar el control de estabilidad, e incluso nuestro coche tiene un modo aceleración que frena las ruedas delanteras y hace derrapar las trasera para calentarlas antes de las carreras de aceleración del cuarto de milla, muy populares en América con coches de serie. No hemos llegado a ponerlo en marcha, nos preocupa el coste de las Michelin incluso aunque el coche no sea nuestro y nos parece un 'gasta-ruedas'.

¿Sólo para correr?

El Mustang es un capricho pero ¿sirve para el día a día? La respuesta es rápida: tanto o más que cualquier otro coupé. Por dentro sobra espacio a raudales. Estamos ante un coche de 4,80 de largo y casi dos metros de ancho, así que hay dos enormes butacas delanteras y dos plazas traseras no muy grandes pero sí utilizables, y nosotros incluso instalamos una silla de niño. A muchos les parecerá que los más pequeños viajarán incómodos, pero se entusiasman en coches como este y se olvidan de las estrecheces. En cuanto a maletero, con más de 400 litros, el de Ford es uno de los mejores coupés del mercado y caben hasta los palos de golf de los sibaritas.

La conducción es sencilla, aunque peca de un volante grande y de una dirección no muy rápida en el inicio del giro. La precisión no tiene nada que ver con la que los Mustang que tenían la puesta a punto del mercado americano. Este se mueve como un tigre si aceleramos a fondo, y frena, se sujeta y se dirige con exactitud a donde le pedimos. Genera una gran confianza al volante, y las velocidades que alcanza son disparatadas, por lo que conviene estar atentos al pie derecho. En confort también es una excelente máquina, y podemos viajar con el Mustang kilómetros y kilómetros sin cansancio ni grandes pegas. Incluso el paso por los badenes es muy suave para un coche tan deportivo.

Carisma intacto

No nos olvidamos de nuestro veterano Mustang que, como el Bullit, luce un cambio manual, en esta ocasión de tres marchas. Su motor también brama de lo lindo, pero nos cuesta acelerarlo como si fuera un coche de hoy en día. El Mustang clásico es hoy una pieza de orfebrería con la que disfrutar a ritmos de paseo. Ambos comparten un detalle: les gusta la bebida. El original consume mucho, pero como se saca para las ocasiones y preguntar es de pobres, nos quedamos la duda sobre su coste en un largo viaje.

En cuanto al nuevo, el consumo homologado ronda los 11 litros, cifra que sólo conseguiríamos alcanzar, en nuestro caso, si vamos en reserva o si hacemos un largo viaje con el control de velocidad. El resto del tiempo las sensaciones son tan buenas que pisamos más de lo necesario, pero no tanto como esperan todos los que se cruzan con el coche. El uso real rondará los 14 litros, y nos quedamos con ganas de meterlo en circuito para ver si alcanza los 18 en este ámbito, cosa que no será difícil si le damos vida a su motor.

Toca devolver este Ford, y para los que soñamos con tener un gran deportivo en el garaje, que exista el Bullit es una gran noticia. Si puede comprarlo, hágalo, no lo venda nunca y déjelo en herencia a sus nietos, siempre tendrán un excelente recuerdo del 'loco' de su abuelo.

Si lo que nos gusta es disfrutar restaurando un coche, el Mustang original puede conseguirse desde unos 15.000 euros y uno como el de Vicente por unos 45.000... sería un excelente compañero de garaje para el Bullit, y por un precio razonable.

Si tener un Mustang V8 es increíble, esta serie limitada se convierte en un modelo de gran personalidad y sensaciones al volante fruto de un motor impresionante y una calidad de conducción elevada. Mantiene el espíritu del Mustang: conducir un coche increíble por un precio razonable, en este caso, 55.850 euros.

El tamaño ha cambiado, pero el espíritu sigue siendo el mismo.
El tamaño ha cambiado, pero el espíritu sigue siendo el mismo.

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