Kia Proceed: A la caza de los premium

El caso es que la trasera del Kia impacta. Los finos pilotos en relieve unidos por una línea de luz central, las grafías del logotipo Proceed y las proporciones del portón recuerdan al Panamera, pero ahí terminan las 'casualidades'.

El techo es más bajo, cuatro centímetros menos que el cinco puertas, y más tendido, en los laterales aparecen molduras cromadas muy marcadas y, en el acabado deportivo GT Line, el único que se venderá en España, tanto llantas como faldones o paragolpes toman un aspecto 'racing'. El resultado es un coche diferente a lo que se ofrece hasta ahora en esta clase, con un modelo que mezcla lo práctico de un familiar con el diseño atlético de un coupé. ¿El objetivo de un coche como este? Captar a los clientes que quieren un coche de aspecto premium, un sector que sigue creciendo en ventas, pero se ven atraídos por la marca y el estilo de este Kia.

El sorprendente diseño tiene detalles inteligentes, como el portón trasero eléctrico, que será de serie en muchas versiones, o un organizador de maletero que hace que llevar maletas o bultos sea más cómodo, ya que evitamos que se muevan y golpeen las paredes del gran portamaletas. Si la capacidad del maletero es buena, con casi seiscientos litros, su altura no lo es tanto, ya sea con la cortinilla puesta o quitada. El maletero tiene buenos detalles, como grandes huecos bajo el piso, en cambio, la cortinilla hay que ponerla o quitarla 'a mano' cuando abrimos el portón, algo que no pasa con una bandeja o con una cortina con raíles en diagonal. En las plazas traseras apenas se pierde altura, y la anchura es buena para dos pasajeros, pero el espacio para las piernas a lo largo es menor, y situar a niños y sillitas será un poco más incómodo. La luneta trasera, muy inclinada y pequeña, también afecta a a visión desde el retrovisor, muy reducida y a la que cuesta acostumbrarse.

Hasta aquí los detalles menos positivos del coche, o mejor dicho, los detalles que acarrea el nuevo diseño, porque el resto es memorable. El exterior recurre a faros led con cuatro puntos de luz diurna, y el interior sorprende con una calidad y ergonomía que no vemos en ningún otro coche de su clase. Equipo de audio de la marca JBL, un navegador perfectamente ubicado de gran pantalla, carga inalámbrica para el móvil con bandeja específica -y no en el hueco vacía bolsillos-, tomas para conexión y carga de USB, freno de mano eléctrico, volante y asientos calefactables, parabrisas con calefacción eléctrica, asientos traseros también calefactados... nada ha escapado a la marca coreana para satisfacer a los más exigentes. Los asientos delanteros son deportivos y sujetan bien sin desmerecer en confort. Pueden ser eléctricos y con memoria, y el tapizado tipo napa les queda perfecto, con el bordado GT de los asientos.

Hora de ponernos en marcha, y lo hacemos con el motor 1.4 turbo de 140 CV, que se sitúa entre el 1.0 de 120 y el 1.6 turbo de 204 CV. El 1.4 empuja con fuerza, y aunque sus prestaciones no 'tiran de espaldas' lo cierto es que se mueve entre el tráfico sin ningún tipo de problemas con bajo sonido y alto confort. La dirección y el chasis están por encima de lo que puede rendir este motor, así que, en medio del tráfico de Barcelona y camino del circuito de Castellolí, jugamos un poco con el cambio para comprobar que, en autopista, es un coche rápido, no tan cómodo como un SUV, pero mucho más atractivo a la hora de conducirlo.

En el circuito de Castellolí, de 4,2 kilómetros de largo y con grandes desniveles, nos espera el Proceed GT con el motor 1.6 turbo de 204 CV. El coche tiene frenos más grandes, llantas de 18 pulgadas, suspensión más firme y un interior en el que los asientos son más deportivos y están forrados en cuero y todos los pespuntes son de color rojo -gris claro en los GT Line-.

Realizamos cuatro vueltas casi a fondo en la pista en un coche que no parece destinado a este uso. Aún así responde con alta eficacia, en la que percibimos sus buenas dosis de potencia, aunque hay que tener el motor en la zona media o alta del cuentavueltas, y el buen uso del cambio automático de siete marchas mediante las levas en el volante. La potencia de los frenos y, sobre todo, el buen tacto del pedal, son destacables. Dos maniobras más, de frenada y de slalom, nos permiten comprobar el nivel de precisión que se ha logrado con este coche, fruto de las horas invertidas en el centro de desarrollo de la marca y en las habituales circuitos de pruebas.

De vuelta al interior para el regreso a Barcelona. Destaca el acabado totalmente en negro en los Proceed. El coche tiene una alta calidad percibida que se nota en cada plástico, costura, botón o detalle. El Proceed no sólo es el coche de mayor calidad en el sector 'popular', sino que se enfrenta sin tapujos con los modelos premium, con un interior y calidad general de buena presencia y duradera.

Aunque parece que el diesel no está tan de moda, Kia sigue apostando por el gasóleo, y también probamos el 1.6 turbo de 136 CV, que además se puede equipar con la cómoda caja automática. Vibra y hace un poco más de ruido que el gasolina, pero va tan bien como el 1.4 turbo, y su consumo es inferior, una compra recomendable.

Los precios de la gama, con descuentos, se inician en 23.750 euros para el 1.0 turbo de 120 CV, un motor que no tuvimos la posibilidad de probar, y culminan en los 27.410 del diesel automático. En cuanto al GT de 204 CV, la tarifa es de 28.670 euros para la versión manual y de 30.370 para el automático.

Si buscamos un modelo compacto con aires de exclusividad bien equipado y a buen precio, el Proceed es una excelente alternativa a los modelos premium de su clase.

El Proceed reúne todo lo bueno de Kia: diseño atractivo, calidad, precisión y deportividad. Es un modelo que apetece comprar más que el compacto, lástima que los precios sean un poco elevados, pero la versión pretende ser un modelo de imagen para la gama.