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NACHO MARTÍN-LOECHES
Viernes, 17 de agosto 2018
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Cuando empieza la temporada del Mundial de Motociclismo, muchos amantes de este deporte buscan un Gran Premio al que asistir. Nuestra elección fue el de Austria, país en el que pasamos una semana. En nuestra decisión pesó mucho las fechas veraniegas en las que se celebra este evento deportivo, además de la cercanía del país y de la gran cantidad de lugares que poder visitar los días antes de que comenzara la acción en pista, y acertamos. Con un coche de alquiler y dos apartamentos, desde el lunes 6 hasta el 13 de agosto pudimos visitar en tres días gran parte de Viena, darnos un baño en las aguas de Hallstatt, disfrutar de buena comida entre las calles de Graz y sentir de cerca el ambiente motero en el Red Bull Ring situado cerca de Spielberg.
Desde que aterrizamos en Viena, nos dimos cuenta de las grandes distancias y dimensiones de la capital austríaca. Nos sorprendió la limpieza de todas y cada una de las calles de la ciudad y, junto a un autobús turístico del que subíamos y bajábamos constantemente, pudimos observar de cerca monumentos y edificios tan espectaculares como la catedral, el ayuntamiento, el parlamento, la ópera en la que se celebra el famoso concierto de año nuevo o el palacio Belvedere. Viena desprende una gran cultura, y la música clásica y la ciencia están muy presentes debido a la cantidad de grandes personalidades de estos campos que han pasado su vida en Austria, aunque no solo artistas y pensadores han nacido en Viena, sino que esta ciudad también nos regaló a uno de los pilotos más grandes de la historia del automovilismo: Niki Lauda. Viena nos enamoró, pero el mismo encanto nos brindó Hallstatt, situado a unas tres horas y media en coche de la capital. Tuvimos tiempo de bañarnos en las frías aguas del lago y caminar entre las sinuosas calles y edificios alpinos, tuvimos unas vistas irrepetibles.
Desde el viernes nuestro único pensamiento fueron las motos. Las noches las pasamos en Graz, a poco menos de una hora del moderno trazado de Red Bull y en nuestros trayectos ya nos dimos cuenta de la buena organización de este Gran Premio. Con una asistencia de más de 90.000 espectadores solo el domingo, no encontramos atascos durante ninguno de los días de competición por las autopistas austríacas. Los accesos al circuito estaban muy bien organizados y eran abundantes los grupos de personas que se trasladaron en bicicleta. Desde que entramos al circuito, percibimos la modernidad de las instalaciones llevada a cabo por la marca de bebidas energéticas. Echamos de menos las vistas de gran parte del circuito como nos tiene mal acostumbrados el Ricardo Tormo, pero lo que más nos gustó fue el entorno natural que rodeaba la pista, poder disfrutar del deporte de las dos ruedas entre los bosques austríacos fue un verdadero privilegio.
El primer día conocimos la intensa lluvia del clima característico de la zona, pero tanto el sábado y el domingo todos los asistentes disfrutamos de sol y buenas temperaturas. Entre las abarrotadas gradas, había abundancia de aficionados de Valentino Rossi, y el respeto que caracteriza a este deporte estuvo presente durante todo el Gran Premio de Austria. Conocimos el museo de Red Bull, y vimos de cerca monoplazas de Fórmula 1 u otras categorías, motos e incluso coches de rally.
Durante el fin de semana visitamos a los pilotos valencianos y estuvimos muy pendientes de sus actuaciones, así como las de los demás pilotos españoles. En Moto2 Jorge Navarro e Iker Lecuona hicieron un gran fin de semana con sus respectivos quinto y décimo puesto. En la categoría pequeña Jaume Masiá peleó por el podio hasta la última curva, en la que se coló y terminó sexto. Arón Canet fue décimo y Vicente Pérez sigue progresando y sumando experiencia, además, también estuvimos con los pilotos de la Red Bull Rookies Cup, como Carlos Tatay o Adrián Carrasco, quien se lesionó tras una caída. Las carreras de las tres categorías mundialistas se decidieron en la última curva, con peleas duras, pero siempre con una limpieza y un respeto admirable, destacando sobre todo las de Lorenzo y Márquez, y la de Oliveira y Bagnaia en Moto2. El diseño de esta pista en las que abundan las rectas y las grandes frenadas puede parecer simple, pero con el desnivel que presenta, los pilotos deben buscar una técnica idónea para trazar de forma correcta, además, este diseño, ha propiciado que en las últimas carreras celebradas aquí hayan peleas hasta la bandera a cuadros.
Tras vivir una semana de turismo y motociclismo en Austria, volvimos a casa con la sensación de haber aprovechado genial cada momento en cada lugar que visitamos. Se prevé que la temporada que viene este Gran Premio siga siendo en agosto, por lo que seguirá siendo un destino a tener en cuenta, así como el Gran Premio de la República Checa, otras carreras cercanas a España, en época de vacaciones y con una bonita ciudad cercana para visitar: Praga. A partir de ahora, llega el momento más decisivo de la temporada, y asistiremos a los Grandes Premios de Aragón y Valencia, pero desde que llegamos de vuelta de este viaje, ya nos pusimos a pensar qué circuito más allá de nuestras fronteras del Mundial de MotoGP sería el próximo que visitemos en un futuro.
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