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El chasis incorpora sistemas que permiten reducir la inclinación y mejorar el agarre en curva.

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El chasis incorpora sistemas que permiten reducir la inclinación y mejorar el agarre en curva.

Porsche Cayenne: Un SUV con alma deportiva

Presentación | Porsche Cayenne ·

El Cayenne nació como un 4x4 de altas prestaciones, pero la tercera generación destaca por su dinamismo, espacio y polivalencia familiar

ALEX ADALID OPORTO (PORTUGAL)

Sábado, 3 de febrero 2018

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Los tiempos cambian y, aunque no lo parezca, ya hace más de quince años que Porsche lanzó el Cayenne para cambiar para siempre el mercado de los coches de lujo y también el de los deportivos. La idea la predijo en 1989 Ferry Porsche «Si fabricáramos un modelo todoterreno según nuestros estándares de calidad, con el escudo Porsche en el capó, la gente lo compraría». Y así fue, el empeño del Cayenne fue convertirse en un SUV con muchas de las cualidades de Porsche: diseño, imagen, calidad y prestaciones. Ahora, tras dos generaciones y más de 800.000 unidades en el mercado, el nuevo Cayenne sube un par de escalones, con un chasis tan sofisticado que, en esta ocasión, no estamos ante un 4x4 con el logotipo de Porsche, sino ante un Porsche con aspecto de SUV.

Todavía más agilidad

Todos los motores son turbo gasolina, con potencias de 340 a 550 CV y precios desde 87.500 euros

La segunda generación del Cayenne supuso una importante reducción de peso con respecto al primer modelo, y el tercero de la saga insiste en esa ecuación, con una carrocería que hace un uso intensivo del aluminio, dejando sólo algunas piezas de acero de alta resistencia para conseguir que, incluso en la versión turbo, el peso no alcance los 2.000 kilogramos. Para hacernos una idea del desafío de ingeniería, un Volkswagen Golf con tracción total y caja automática pesa unos 1.500 kilogramos, y un Cayenne sólo un 25 por ciento más, a pesar del mayor tamaño y equipamiento.

El diseño exterior se parece mucho el modelo vendido hasta ahora, especialmente en el frontal. Aun así, toda la carrocería es nueva, y el SUV de Porsche es ahora algo más largo -4,92 metros- más ancho y más bajo. El chasis es completamente nuevo, e introduce mejoras como la dirección a las ruedas traseras, fundamental para una proverbial agilidad, el sistema de reparto de potencia 'torque vectoring' que frena la rueda del interior de la curva para facilitar el giro, frenos de tungsteno o de carbono de alto rendimiento, suspensión neumática con tres cojines de aire por amortiguador, estabilizadoras activas que se desconectan en recta y se endurecen en curva en milisegundos, dirección electrohidráulica... la lista es casi interminable, y se resume mejor señalando que el chasis es una obra de arte de la ingeniería.

La mayor evolución está en el chasis, que puede ser muy deportivo, y en los equipos multimedia

Tres motores turbo

Con una carrocería ligera y un chasis que incorpora todas las evoluciones conocidas en el mercado, la gama de motores se presenta, por el momento, con versiones de gasolina. El V6 turbo del Cayenne rinde 340 CV, el V6 biturbo el Cayenne S alcanza los 440 CV, y como colofón, el V8 biturbo de la versión 'Turbo' alcanza a los 550 CV. Todos tienen menor cilindrada y consumo y son más veloces. La versión base se convierte ya en una estrella, con el impulso del turbo, tracción total, caja automática y una aceleración de 0 a 100 en 5,9 segundos, prestaciones muy cercanas al primer Cayenne turbo original. El S es una versión intermedia de muy alto rendimiento y el Turbo, aunque el salto de potencia es de 'sólo' 110 CV en cifras ya muy elevadas, es un auténtico deportivo de raza.

Tras una completa presentación salimos a la carretera desde el aeropuerto de Oporto en una ruta que nos lleva a la comarca del Louro, a orillas del Duero. Las autopistas de Portugal son magníficas y nos permiten probar el poderío del Cayenne Tubo, un coche que nos deja sin aliento por su combinación de potencia, confort y eficacia. No se mueve de la dirección que marcamos con el volante, y es capaz de alcanzar velocidades indecentes. Si el presupuesto no es problema, 160.000 euros lo pondrán en nuestro garaje, aunque opciones como los frenos de con recubrimiento de tungsteno, -3.300 euros- más económicos que los de carbono -6.800 euros-, muy duraderos y eficaces en el día a día que nos harán subir la cifra final algo más de lo esperado.

Con 440 CV el Cayenne S se convierte en muy apetecible, Cuesta algo más de 107.000 euros, y la verdad es que sobra potencia para andar muy rápido. Con él nos adentramos por las sinuosas carreteras que rodean las montañas de los viñedos del Duero, y comprobamos como, con este nuevo chasis, el Cayenne está a un nivel que no alcanza ningún otro SUV. La dirección trasera proporciona una confianza, agarre y precisión que hacen que ir rápido con este modelo sea más sencillo que con un compacto GTI. No inclina, nos se mueve, frena perfecto y en las curvas más cerradas sólo un ligero chirrido de las ruedas nos indica que estamos acercándonos al límite.

Un básico muy atractivo

Aun nos queda probar el Cayenne 'a secas', que con 340 CV cuesta algo más de 87.000 euros. Es una cifra muy atractiva para un modelo de este porte, y de hecho es unos 20.000 euros más barato que la berlina Panamera con la misma mecánica, lo que convierte al Cayenne en aún más atractivo, ya que tiene mayor espacio.

Dinámicamente estamos ante el nuevo rey del sector, aunque para ello hay que recurrir a unos 10.000 euros en opciones, pero hay muchos clientes que eligen Porsche por su imagen, calidad y confort, sin pensar en andar todo lo deprisa que sea posible.

Encontrarán un interior completamente nuevo en el que una pantalla táctil central de 12 pulgadas nos deja muy satisfechos por la nitidez de la imagen y la facilidad de uso. En la consola, multitud de botones en una gran superficie permiten acceder a numerosos menús, de modo que todo parece sencillo en un ambiente moderno, pero que mantiene el aire de familia del Cayenne.

El volante, que proviene del 918 Spyder, deja ver un cuadro de relojes con cuentarrevoluciones de aguja y dos pantallas externas digitales con gran cantidad de información que se maneja desde el volante. También desde el volante podemos cambiar, al estilo de los F1, entre los modos de conducción normal, sport o sport plus para aumentar el rendimiento.

Como todo terreno el Cayenne no se queda atrás. La pantalla central permite elegir los modos arena, barro, grava o rocas, con variaciones de altura de la suspensión neumática en hasta once centímetros, aunque lo normal son los 19 cm. de altura de serie. Lo mejor es que, sin elegir ningún modo, el coche responde a la perfección, y equipa de serie ruedas mixtas para mejorar su uso en nieve, ya que serán habituales en las escapadas al esquí.

Espacio familiar

Si las plazas delanteras están cuidadas, detrás tenemos un espacio de limusina, y un trato preferente, con pantalla digital para el clima de cuatro zonas, cristales con cortinillas en opción, etcétera. Los más viajeros se alegrarán al saber que el maletero, con cinco plazas, puede albergar hasta 770 litros de carga, ampliables a más de 1.700 si tumbamos los asientos traseros.

No vamos a engañar a nadie diciendo que este Cayenne es como un 911 un poco más alto, pero seguro que ningún usuario del 911 se verá defraudado por las altas prestaciones que, desde su versión básica, ofrece esta fantástico todo terreno. Prestaciones que se convierten en adrenalina pura en las versiones S y Turbo del Cayenne.

Conclusión

El Cayenne se ha convertido en un gran Porsche por derecho propio, y en esta generación, a sus cualidades de calidad y potencia, suma un dinamismo insólito para un SUV de su tamaño.

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