El sector pesquero exige que se avance la veda a abril para poder salir a flote tras la crisis

El sector pesquero de la Marina Alta vive con preocupación la crisis sanitaria. Su actividad esté catalogada como un servicio esencial, pero las capturas que hasta hace poco triunfaban en las lonjas y las cocinas de restaurantes han quedado aparcadas por el cierre de los negocios y la escasa venta de sus productos. Las flotas de Dénia y Xàbia permanecen amarradas y ven con preocupación cómo el día 1 de junio arranca la veda. Ante ese panorama el sector exige que se avance esa fecha a abril para hacerla coincidir con el estado de alarma y después de este episodio tratar de salir a flote.

El presidente del Pòsit de Dénia, Juan Antonio Sepulcre, señala que desde las cofradías y las federaciones de armadores están reclamando sin éxito el adelanto del paro biológico. Para los pescadores sería de gran importancia y "tranquilizaría a las familias" que viven de ello. De lo contrario, cuando se levanten las actuales restricciones y poco a poco se inicie el camino hacia la normalidad, se encontrarán con una veda y no podrán salir a faenar.

En su opinión, la gestión que está realizando el Gobierno "es nefasta y van a salto de mata". El presidente de los pescadores comprende lo complicado que debe resultar, pero "falta previsión".

En cuanto a la situación actual, Sepulcre recalca que, de momento, las barcas no saldrán a faenar ante la "imposibilidad" de cumplir las normas para evitar contagios. Según explica, pidieron a su proveedor habitual mascarillas, geles hidroalcohólicos y todo lo necesario para mantener la seguridad mientras trabajaban. Sin embargo, no pudieron conseguir ese material.

Además, "nuestras embarcaciones son pequeñas y es imposible estar doce horas con un metro y medio de distancia". Es más, insiste, en una cabina de un par de metros cuadrados son tres personas, por lo que no hay forma de separarse lo necesario.

A eso se le suma que ha desaparecido "el 80% de nuestro mercado y poner en marcha el motor ya cuesta 600 euros". Ante esta cifras, trabajar se traduce en pérdidas. "Pero si hacemos falta a la sociedad y nos proporcionan medios de protección, saldremos a faena", subraya.

También en Xàbia la flota permanece amarrada. El presidente de la Cofradía de Pescadores, Moisés Erades, coincide en remarcar que las condiciones de seguridad en los barcos "no son las adecuadas al no poder mantener la distancia de seguridad". Por ello, han optado por el confinamiento en sus casas, igual que el resto de la población.

Esta decisión, unida a los temporales previos, van a afectar de forma importante al sector. "Entre 'Gloria' y esto, va a ser un año perdido", lamenta Erades. El presidente lo tildó de "desastre económico". Y cuando puedan hacerse de nuevo a la mar se encontrarán con una veda inminente.