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Luces de fuego

Luces de fuego

La utilización de cables deteriorados o no homologados puede generar incendios en los árboles de Navidad

LAS PROVINCIAS

Lunes, 17 de diciembre 2018, 13:44

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Desde el pasado 1 de enero, las intervenciones por incendios en vivienda en la zona operativa de la Marina Alta hasta el 30 de noviembre han sido 80. Las tipologías son diversas. Desde la comida que se quema y origina fuego en cocina hasta la calefacción y/o la chimenea. Sin embargo, con la llegada de la Navidad, nuevas casuísticas aparecen en escena. Una de las menos conocidas, pero igualmente peligrosa es la relacionada con los adornos y luces de Navidad.

Una de las tradiciones más extendidas en la Navidad hace referencia al árbol navideño. Epicentro en muchos hogares, junto al Belén o Nacimiento, de la decoración en estos días. Sin embargo, no está de más adoptar algunas precauciones para evitar que ese árbol navideño se convierta en un foco de incendio que nos amargue estos días.

Los árboles navideños no siempre son naturales, aunque sí una parte de ellos. Los árboles artificiales resultan altamente inflamables, pero Los naturales, tanto por sus hojas como por la madera del tronco y ramas también queman con facilidad.

Pero, ¿por qué causas puede arder un árbol navideño?

El árbol de Navidad suele ubicarse siempre en un entorno cálido en el hogar. principalmente, en el salón de la vivienda. Para hacer aún más cálido el entorno, es habitual que la estancia cuente con un aparato de calefacción en las proximidades.

Rodeados de mesas y sofás, sobre los que en ocasiones hay mantas para dotar de un ambiente más cálido este escenario. Al que ocasionalmente, se suman algunas velas. Es decir, todos los ingredientes que reclama la Navidad, pero también todos los instrumentos que en las circunstancias precisas pueden provocar fuego.

El primer consejo llega a la hora de ubicar el árbol. Siempre debe estar alejado de una fuente de calor. Es decir, de velas, calefacciones y cualquier circunstancia que puede provocar un sobrecalentamiento de la zona. Existen árboles ignífugos, que como tales tardan más tiempo en quemar.

Tampoco, es aconsejable ubicarlo pegado a sofás, sillas, mesas o, si lo hubiere, al lugar donde acumulamos las mantas que darán calor en las noches navideñas de 'peli', turrón y palomitas.

Es muy importante que todos los dispositivos que utilicemos y tengan relación con la electricidad estén debidamente homologados por la Unión Europea. Incluimos aquí a las propias luces que decorarán el árbol.

Además, debemos comprobar que los dispositivos están en perfecto estado. Es habitual que cables y luces de Navidad sean guardados en trasteros y armarios durante el resto del año. Durante ese tiempo, y a pesar de tomar todas las precauciones, los dispositivos pueden haberse dañado. De ahí, la importancia de esa comprobación. Las luces más seguras son las de tipo led, que además reducirán el consumo eléctrico en el hogar por tratarse de luces de bajo consumo.

Un error común ante un problema en el material eléctrico para decorar el árbol, si éste se ha deteriorado, es buscar remedios caseros. Olvídelo por completo. Y, mucho menos, intente liar el cable, si se ha pelado, con esparadrapo. Cuando los cables del árbol se deterioran ya no valen.

Los adornos navideños deben cumplir la normativa

Tengamos también en cuenta la comprobación del enchufe en donde conectaremos el dispositivo. Ya sea directamente o a través de una regleta que, insistimos, debe estar homologada debidamente por la Unión Europea.

No debemos sobrecargar las regletas. Hay que pensar que estas plataformas son un apoyo, no un cajón de sastre en el que conectar todos los enchufes. Una sobrecarga puede derivar en un cortocircuito.

Y esta circunstancia es la espoleta de la que nace el fuego. Una vez todo esté debidamente conectado, también hay que adoptar ciertas medidas. Una de ellas, esencial, es la de apagar las luces cuando vayamos a dormir o a salir de casa. De ese modo, evitaremos que el posible y no deseable cortocircuito nos sorprenda fuera de casa o durmiendo.

Las velas de Navidad contribuyen a generar un ambiente especial, pero siempre y cuando estén alejadas de zonas o/y objetos inflamables. Si por algún motivo vamos a dejar la estancia sola durante algún tiempo, lo mejor es apagarlas y cerciorarnos de que no queda ningún tipo de brasa o zona humeante.

En determinadas fechas de la Navidad, utilizamos también el árbol para dejar en su entorno paquetes y regalos. Deben estar suficientemente alejados de las luces, de las velas y de los aparatos de calefacción. Con ello, reducimos considerablemente la posibilidad de un incendio.

¿Qué ocurre si, pese a todo, se declara un incendio?

Hay que pensar que el incendio puede ser de origen eléctrico. Y que ese tipo de fuego reacciona violentamente si se le echa agua. Por tanto, lo correcto es cerrar la puerta y llamar al 112, que movilizará a los medios de extinción de inmediato.

Otro caso es el que hace referencia a las luces exteriores que decoran las casas y que deben ser especiales, con resistencia al agua y a las bajas temperaturas.

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