Borrar
Urgente Muere el mecenas Castellano Comenge

THE LAST ICE

JESÚS REINA

Miércoles, 28 de marzo 2018, 00:21

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los aventureros no acostumbran a mirar hacia el pasado, tal vez será porque tengan una descontrolada imaginación que sólo apunta al futuro. Este espíritu es el que sufre mi amigo Pepito Ivars, un dianense afincado en Londres que no puede evitar dirigir su rumbo hacia cualquier remoto vértice. De subir a la montaña sagrada del Himalaya hasta ascender a la cumbre más alta de Europa, y de ahí buscando extremos alpinos y horizontes polares.

Me gusta hablar con Pepe porque ambos nos atropellamos en ideas convergentes de múltiples direcciones, capaces de buscar implicaciones variadas, pero siempre con la ilusión frustrada de remarcar el buen nombre de Dénia con cada oportunidad surgida. De ahí nació el apoyo de la Alianza de Montañas de Naciones Unidas a su última gran aventura, la de los últimos hielos.

Junto a otros dos inquietos trotamundos, los conocidos Albert Bosch y Paco Krestas, Pepe también ha culminado la primera de las cuatro expediciones de un gran proyecto de travesías árticas, la del cruce del Lago del Gran Esclavo en Canadá.

Con temperaturas entre -10º y -35º C, las condiciones meteorológicas fueron extraordinarias para recorrer durante siete días las aguas heladas del gran lago, alcanzando su objetivo de 170 kilómetros agotadores, y en los que pudieron disfrutar de días entre paisajes vírgenes e inhóspitos, descansando entre las iluminadas noches mientras sentían estruendosos crujidos bajo la base de sus tiendas.

Este episodio quedará bien descrito en el documental en el que ya están trabajando, y que recogerá su encuentro con el pueblo Dené, una reserva indígena a la que sólo puede accederse en avioneta, y que aunque quieran seguir viviendo como los primitivos «Dejadores» de Daniel Quinn, el cambio climático no sólo está afectando a sus desplazamientos tradicionales, también al de especies como el caribú, fuente principal de su alimentación.

Nadie es profeta en su tierra, pero lo seguiremos intentando, y con Pepe soñando unos pocos, deseando que Dénia viaje no sólo en su corazón, también en la bandera de sus exploraciones.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios