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Campos y sus compañeros celebrando el 12 de Octubre. B. Ortolà
Descienden un 11% los permisos de armas en seis años en la comarca

Descienden un 11% los permisos de armas en seis años en la comarca

La Guardia Civil tiene registradas cerca de 12.500 y apunta que la bajada se debe a que hay menos cazadores

B. ORTOLÀ

DÉNIA.

Martes, 16 de octubre 2018, 01:01

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La tendencia a tener un arma está a la baja en la Marina Alta. El número de licencias ha descendido un 11% en seis años. Así se desprende del registro que confecciona la Guardia Civil de todas las armas que se poseen en la comarca. Según explicó el jefe de la Unidad de Intervención de Armas y Explosivos, Antonio Campos, actualmente la Benemérita «tiene controladas cerca de 12.500 en los 28 pueblos en los que actuamos, principalmente pistolas y escopetas de caza». Mientras que en el año 2012 la cifra se situaba en torno a las 14.000 armas.

La principal explicación de este descenso, apunta Campos, es el envejecimiento de los propietarios. La renovación de las autorizaciones para usar armas varía entre los tres y cinco años; y los principales usuarios son cazadores y, en menor medida, aficionados al tiro olímpico, la mayoría supera los 35 años. Al llegar a cierta edad, muchos deciden no renovar sus permisos y, según Campos, «los hijos y los nietos ya no siguen con la afición a la caza que tenían sus padres o abuelos, por lo que la licencia no se renueva».

Cuando esto sucede no hay posibilidad de quedarse el arma, «se envía a la chatarrería», comenta el jefe de la unidad. En el caso de que su dueño no realice esta tramitación, la Guardia Civil tiene la obligación de retirar el arma.

Las pistolas, los rifles y las escopetas, las que más se requisan a usuarios sin licencia La Benemérita destaca un repunte de decomisos en casos de violencia de género

Este tipo de requisas no son las únicas que lleva a cabo la Benemérita. También debe hacer frente al comercio ilegal, aunque según Campos el porcentaje en la Marina Alta no es muy elevado, «ni ha variado mucho en los últimos años».

Los casos que más se repiten, indica, son las confiscaciones a personas que proceden de otros países y que no llevan una licencia regulada para España. En la mayoría de ocasiones, apunta el jefe de la Unidad de Intervención de Armas y Explosivos, se trata de escopetas, rifles, pistolas o armas detonadoras; además de armas blancas como grandes navajas o puñales.

En estos casos en los que falta la acreditación correcta, se requisa el material y se sanciona económicamente al propietario. Aunque éste puede recuperarla si se saca la licencia de armas española. Para los miembros de la Unión Europea existe otra posibilidad para regularizar la situación, «con una autorización de transferencia de armas con la que se consigue legalizar, en la mayoría de los casos». El usuario tiene dos años para poder realizar esta tramitación. Pasado ese periodo, todo lo que se confisca se destina a chatarra.

Violencia de género

Otra de las razones por las que se decomisan armas es la sentencia por violencia de género. Según Campos, se ha registrado un repunte en los últimos años de este tipo de casos. El procedimiento, apunta, se inicia cuando reciben la sentencia del juzgado. La Benemérita busca en sus registros para saber si el individuo acusado tiene antecedentes y si posee algún tipo de arma. Si es así, se precede a su retirada. En estas situaciones, comenta Campos, también se retiran todas las armas blancas que pueda tener el acusado.

El jefe de la Unidad de Intervención de Armas y Explosivos destaca «la colaboración de las diferentes unidades para erradicar el comercio ilegal». Campos recuerda que también es importante la «estrecha colaboración con los cazadores, pues a veces conocen mejor cuál es la situación en estos ambientes».

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