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Bomberos contra el fuego industrial

Bomberos contra el fuego industrial

Los bomberos del Consorcio Provincial han intervenido en 2018 un total de 74 incendios industriales, 20 menos que en 2017. La Zona Operativa de la Marina Alta ha sido de las menos afectadas por este tipo de intervención, con sólo 4 actuaciones en los dos últimos años

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Martes, 5 de marzo 2019, 00:36

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La noche del domingo, el fuego arrasó una gran nave en Pilar de la Horadada. Un total de 14 bomberos del Consorcio Provincial procedentes de los parques de Torrevieja (Vega Sur) y Almoradí (Vega Baja) lucharon durante horas contra las llamas con la colaboración de otros cinco efectivos procedentes de la Región de Murcia. Consiguieron no sólo confinar y estabilizar el incendio, sino también preservar, en la medida de lo posible, un restaurante cercano al que las llamas amenazaban.

A lo largo de 2018, los bomberos del Consorcio Provincial han extinguido un total de 74 incendios industriales. Una cantidad inferior a los 94 que se declararon en 2017. A pesar de que a nivel estadístico no suponen una cantidad especialmente elevada (el 0,87% de las intervenciones en 2018 y el 2,12% en 2017), conviene hacer hincapié en este tipo de actuaciones que requieren una gran cantidad de medios humanos y materiales.

La Zona Operativa de la Marina Alta ha sido de las menos afectadas por este tipo de intervención, con sólo 4 incendios industriales en los últimos dos años. No es un servicio habitual en este ámbito geográfico, pero la preparación de los profesionales de esta zona operativa es tan alta como la de todos los efectivos del Consorcio, realizando maniobras y simulacros con asiduidad.

El incendio industrial es aquel que se produce donde se desarrolla una actividad industrial. Independientemente de que esa empresa o industria sea más o menos grande.

En tiempos (años 80 y 90 del pasado siglo) esa tipología fue muy importante tanto por el número de empresas afectadas como por la especial virulencia que presentaba en relación a los medios entonces disponibles. A día de hoy, su número se ha reducido considerablemente, en correspondencia a las iniciativas legislativas que se han ido adoptando en materia de prevención.

Los incendios industriales son muy diferentes, por ejemplo, a los de vivienda y, en consecuencia, cuentan con unos procedimientos también diferentes.

Este tipo de servicios se caracteriza por el uso de grandes caudales de agua, aditivos como la espuma e incluso trajes NBQ (para riesgo nuclear, químico y bacteriológico). También, el tren de salida de este tipo de incendios es distinto, con la Unidad de Mando y Jefatura, una Bomba Urbana Pesada y una Bomba Nodriza Pesada.

También, se utilizan vehículos de altura, como auto brazos y auto escaleras, que permiten el lanzamiento de grandes caudales desde posiciones elevadas.

A diferencia también con los incendios industriales de los últimos años del pasado siglo, actualmente las empresas cuentan con planes de autoprotección y con brigadas de primera y segunda intervención, que deben efectuar periódicamente simulacros en los que no sólo debe estar claro cuáles son esos equipos intervinientes, sino quiénes son sus sustitutos en caso de bajas o vacaciones.

También, deben contar con un equipo de evacuación de tal modo que se establezcan inicialmente dos líneas de trabajo: una, la dirigida a contener el incendio hasta la llegada de los bomberos. Otra, encauzada a llevar a cabo una evacuación ordenada, rigurosa y ágil del personal para que nadie se vea afectado.

Según explica el suboficial de la Zona Operativa de Marina Alta, Javier Fayos, «los equipos de primera y segunda intervención de las empresas son importantes para evitar que el fuego progrese hasta la llegada de los bomberos, que como profesionales con capacidad de respuesta debido a su preparación y equipamiento, serán quienes se hagan cargo de la intervención desde su llegada».

La formación de estos equipos de primera y segunda intervención resulta esencial y es conveniente insistir en ella de un modo constante.

En este sentido, el Consorcio Provincial de Bomberos cuenta con un área de Formación dirigida por el suboficial Raimundo Tomás y mantiene abierta una línea de trabajo dirigida a esas empresas privadas que ofrece un servicio íntegro de instalaciones, materiales y profesorado. A lo largo de 2018, el área de Formación del Consorcio Provincial de Bomberos impartió 34 cursos a un total de 14 empresas.

El procedimiento siempre debe obedecer a al plan de autoprotección obligatorio que tiene cada empresa.

«En función de la actividad que cada industria desarrolla, existen unas medidas de seguridad que hay que cumplir, pero es importante que el personal de la fábrica abandone el local siguiendo las normas, de un modo ordenado», explica Fayos.

«Lo primero, es activar el plan de autoprotección y dar aviso al 1-1-2. Desde allí, se pondrán en contacto con el Centro de Control de Emergencias del Consorcio Provincial de Bomberos (Control 3), que de acuerdo con los mandos activará la movilización de los medios intervinientes oportunos», concluye.

El peso del fuego

A pesar de que la cantidad de intervenciones por incendios industriales no es muy elevada, sí lo son las consecuencias. La actividad se detiene con todas las consecuencias laborales y productivas que ello acarrea. De ahí, que el principal consejo sea siempre el de contar con todos los medios necesarios para evitar los incendios.

Si aún así resulta inevitable, hay que poner en marcha de inmediato todos los dispositivos y para ello hay que cumplir con todas y cada una de las normas que la ley establece a fin de que las llamas causen el menor daño posible.

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