Baño adaptado para romper barreras

La labor de trabajadores como ella consiste en ayudar a los usuarios a subirse a la silla y trasladarles por la pasarela hasta el mar. Además, si así lo desean, pueden acompañarlos mientras están en el agua. En estos casos, se mete a los usuarios «hasta la cintura, para tener movilidad», dijo la socorrista.

Asimismo, comentó que hay personas que, aunque no tengan movilidad de piernas para abajo, pueden estar por libre tras firmar un acuerdo. Eso sí, los socorristas están siempre vigilando y, si se meten solos, pueden pedir que les saquen en cualquier momento con solo levantar la mano.

Para los padres de Natalia, una joven de 13 años, el 'Amphi Buggy' supone una comodidad, ya que pueden trasladar a su hija con más facilidad hasta la orilla, sin necesidad de sobrecargarse de peso. «Se hacen mayores y pesan», explicó la madre, Olga.

Es el tercer año que esta familia de Requena acude a la playa del Raset por un motivo: su accesibilidad. Aparte del 'Amphi Buggy', Olga destacó positivamente el trato de los socorristas y su predisposición a ayudar. Otro punto a favor de la playa es la posibilidad de usar servicios y duchas que proporcionan intimidad, agua potable y sombra. Además, la madre de Natalia afirmó que en general las playas de Dénia no están muy saturadas, lo que ayuda a llevar la silla, que «requiere espacio».

Sin embargo, Olga tiene una reclamación fundamental: «más tramos de accesibilidad en las playas». Resaltó que las pasarelas de madera que llegan a la orilla solo están en la playa de Les Rotes y del Raset. Aunque no espera que haya un acceso así «cada dos metros», consideró importante que se encuentren a «una distancia prudencial». Y es que, como expuso, «no se puede caminar por la arena con la silla». Además, Olga añadió que «hay algunos tramos con acceso de madera hasta la mitad», por lo que «solo habría que alargarlos hasta la orilla».

El 15 de junio se puso en marcha este servicio. Normalmente, los usuarios se pueden bañar durante una media hora, tantas veces al día como quieran. «Las personas con diversidad funcional no tienen las mismas posibilidades y es una pena», señaló la socorrista. «Con esto, hacemos que puedan disfrutar un poco y quitamos barreras», añadió.