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R. G.
Sábado, 29 de abril 2017, 00:01
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La singular cúpula de la iglesia de Santa María Magdalena de Benitatxell lucirá resplandeciente en pocos días tras el trabajo artesanal realizado para colocar las tejas de color azul cobalto y blanco dispuestas en zigzag que la caracterizan. Pronto concluirá el proyecto de restauración llevado a cabo para devolverle su antiguo esplendor después de que un rayo impactara sobre ella y que los daños se repararan con piezas normales de color terracota, debido a la situación económica de la época.
Un millar de tejas procedentes de Manises se han utilizado en esta intervención. El director de las obras y arquitecto especialista en Patrimonio, Josep Ivars, explicó ayer que la actuación ha sido epidérmica, que no ha afectado a la estructura. Además, insistió en que el objetivo ha sido que fuera «mimético» y que reprodujera lo más fielmente posible a la cúpula original, con su toque modernista y la acrótera con forma de bola cubierta con un 'trencadís' también azul.
La iglesia de Santa María Magdalena comenzó a construirse a comienzos del siglo XVIII y los trabajos se prolongaron hasta 1774. A principios del siglo XX se amplió. Para el interior se mantuvo el estilo original de un barroco contenido, mientras que en el exterior quedan patente las pinceladas modernistas.
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