El ayuntamiento busca fórmulas para obligar a retirar los ataúdes y lápidas

Los ataúdes y lápidas formarán parte del paisaje urbano del centro histórico de la ciudad hasta que el ayuntamiento encuentre una fórmula legal que obligue al vecino a retirar los objetos funerarios instalados para intimidar a los clientes de un restaurante.

Las autoridades municipales han mantenido a lo largo de esta semana varias reuniones con abogados y técnicos con el fin de buscar una salida a una situación que está generando una gran alarma social entre el vecindario.

De hecho, se ha comprobado si los andamios sobre los que descansan los féretros cuentan con el permiso necesario, se ha cotejado si existen denuncias y se ha tratado de mantener una reunión con el vecino en cuestión pero, por ahora, no se ha podido hacer nada. No obstante, desde el consistorio se seguirá trabajando con el fin de mediar en este conflicto con el fin de que el autor de estas acciones deponga en su actitud, atienda a razones y decida retirar tanto las cinco losas como los dos ataúdes que ya forman parte de la decoración de la calle Loreto. La propia alcaldesa de Dénia, Ana Kringe, comentó ayer que se están mirando varias fórmulas como el hecho de poner los artículos funerarios a la vista de todo el mundo y en pleno centro de una ciudad pudiera constituir un escándalo público. Pero la solución al conflicto que ha planteado la ocurrencia de este vecino es complicada porque, según los abogados del consistorio, el hombre ha actuado dentro de su propiedad. También se ha intentado hablar con él, pero ni contesta a las llamadas de teléfono que se le han hecho, ni abre la puerta de su casa a nadie.

Los vecinos no entienden que el consistorio no pueda actuar en este caso y exigen a los representantes municipales que medien entre ambas partes para acabar con lo que ya se ha convertido en un conflicto social.

Ayer por la tarde, la Asociación de Vecinos de Les Roques, que preside Javier Ruiz, 'Txin', tenía previsto celebrar una reunión en la que se iba a abordar el tema. Y, como comentó Ruiz, «es el ayuntamiento quien debe resolver el conflicto».

Visto el cariz que está tomando el asunto de los ataúdes y lápidas, ya que desde que salió en la prensa es cada vez más la gente que acude a la calle Loreto para verlas, el representante vecinal dijo en tono irónico que si «vemos que la fórmula funciona igual los vecinos nos animamos a decorar el barrio de esta forma».

La propietaria del restaurante, que es la que está sufriendo las consecuencias de las ocurrencias del vecino, incidió ayer en que, por ahora, no iban presentar ninguna denuncia.

Las cinco lápidas fueron colocadas en vísperas de la festividad de Todos los Santos como medida de protesta contra los ruidos del establecimiento. Tres ellas fueron tapadas con una lona por los dueños de la trattoria. La respuesta del vecino a esta acción llegó el lunes, ya que a las losas añadió dos féretros que colocó sobre sendos andamios.