Un año de cierre de Marqués de Campo de Dénia

Vecinos, comerciantes y hosteleros allí instalados recalcan que no están en contra de la peatonalización. El problema radica, según dicen, en que antes de dar ese paso hace falta un plan de accesibilidad.

En ese sentido, algunas personas que residen en Marqués de Campo recalcan los problemas que tienen para acceder cuando se tienen varios niños pequeños o personas mayores o con movilidad reducida. Aseguran que «vivir ahora en esa calle es una condena».

Desde los comercios remarcan la falta de accesibilidad y una mala planificación del tráfico rodado. Reciben quejas de los clientes porque no hay forma «cómoda» de llegar y a los proveedores les cuesta llevar las mercancías. En ese sentido, reivindican un plan activo de movilidad y algunos le recuerdan al consistorio que «no es una calle monumental, sino comercial».

Las zonas habilitadas para carga y descarga en las calles perpendiculares están muchas veces ocupadas por vehículos de particulares. Algunos conductores estacionan los coches en las intersecciones, dejando un espacio muy estrecho que impide el paso de camiones y causan atascos.

Para el Mercat Municipal el cierre ha supuesto un serio problema, agravado por la pandemia, que se ha traducido en un descenso de personas que frecuentan sus puestos por no poder acceder y en una reducción considerable de las ventas.

El alcalde, Vicent Grimalt, no comparte las quejas de esos vecinos y empresarios. Según comenta, «cada vez hay más gente que nos felicita por recuperar ese espacio para los ciudadanos». Además subraya que tiene claro que haga lo que haga el ejecutivo local, Obrim el Centre «va a continuar machacándonos» y e insiste en que lo que dice ese colectivo «no tiene nada que ver con lo que opina el resto de la población».

También recalca que aunque algunos establecimientos han cerrado, «cada vez que paso veo que se abren otros». Y que la crisis del pequeño comercio es más por otras cuestiones a las que se les ha sumado la pandemia.