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Koke y Unal pelean por un balón aéreo en un lance del encuentro entre Levante y Atlético de Madrid.

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Koke y Unal pelean por un balón aéreo en un lance del encuentro entre Levante y Atlético de Madrid. juanjo monzó

Levante - At. Madrid | Orriols vive la noche de los horrores (0-5)

El Atlético zarandea por inercia a un Levante que ofrece una de las peores imágenes de su historia en Primera, plagada de errores en defensa

JOSÉ MOLINS

Domingo, 26 de noviembre 2017, 00:33

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Se esperaba un Levante mejorado, competitivo y luchador tras su victoria de la pasada jornada en Las Palmas, que había cortado la racha negativa y devolvía las virtudes al equipo. Pero nada de eso se vio anoche en Orriols. Los azulgranas dieron una de las peores imágenes de su historia en Primera División y fueron zarandeados con estrépito por un Atlético que, pese a frenar en algunos momentos, logró una goleada de escándalo. Con una defensa horrorosa plagada de errores, un centro del campo sin ideas y una delantera inofensiva, los de Simeone bailaron en el Ciutat sólo por inercia y por los regalos de los granotas.

Levante UD

Oier, Shaq, Rober Pier, Chema, Toño, Doukoure, Campaña (Nano Mesa, m.69), Morales (Samu, m.77), Bardhi, Jason (Ivi, m.53) y Unal

0

-

5

Atlético de Madrid

Oblak, Thomas, Savic, Godín, Filipe Luis, Gabi, Saul (Augusto, m.73), Koke, Correa (Carrasco, m.66), Gameiro (Fernando Torres, m.69) y Griezmann

  • ÁRBITRO: Trujillo Suárez (comité tinerfeño). Amonestó por el Levante a Chema y Morales y por el Atlético de Madrid a Koke

  • INCIDENCIAS: partido disputado en el estadio Ciutat de València ante 21.500 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Jaume Ortí, presidente del Valencia CF, y de las víctimas por la violencia de género

El Levante se borró a sí mismo, dio una imagen indigna y bochornosa mientras el Atlético le pasaba por encima con una facilidad impensable para los valores de rocosidad que se le suponen a los granotas y que anoche saltaron por los aires. Dio la impresión de ser un partido entre profesionales y juveniles por la enorme diferencia que había entre los dos equipos, pocas veces vista en la máxima categoría.

Muñiz dio continuidad al equipo que ganó en Las Palmas, con Shaq en el lateral, quien esta vez no dio la buena imagen de Canarias y naufragó por completo ante la velocidad de Correa. El técnico sólo introdujo el cambio de Róber Pier por el renqueante Postigo. Era la primera titularidad del gallego en su puesto natural de central y estuvo muy desafortunado. En la primera llegada del Atlético, tras ganarle Gameiro la espalda a la defensa, el coruñés se introdujo el balón en su portería de forma infantil para evitar que rematara Griezmann. Un error de bulto que ponía muy cuesta arriba el partido, ante el segundo equipo menos goleado de la Liga. Róber se mostraba nervioso, perdido, provocaba un agujero en la zaga y tenía que ser Chema el que se multiplicaba, corregía constantemente la posición del gallego y le indicaba dónde tenía que estar, además de frenar las entradas de Gameiro, al que le quitó el balón justo cuando se plantaba ante Oier para marcar. También el meta salvó un gol del francés después en un uno contra uno. El Levante sufría mucho por su debilidad defensiva.

El gol en propia puerta de Róber Pier desencadenó la tormenta perfecta y fue el símbolo de la noche

Los granotas por obligación habían tenido que asumir el control del juego, ya que Simeone mandó a los suyos a replegarse y salir a la contra con el resultado a favor. Y ahí al equipo le costaba un mundo crear peligro. Campaña no lograba conectar con nadie, entre Saúl y Gabi anularon al sevillano y provocaron la total superioridad del Atlético. Sólo lo conseguía Bardhi con algún balón parado, que remató fuera Jason en un rechace, o con acciones de Morales desde el costado izquierdo. Pero acercarse a Oblak era tarea demasiado complicada. Unal apenas entraba en juego.

Y con esa decoración, el partido estaba en bandeja para el Atlético. Entre el miedo en defensa y la incapacidad en ataque del conjunto azulgrana, los colchoneros se pusieron las botas. En una de tantas veces que Correa le ganó la espalda a la defensa, se regateó a Oier en una mala salida del vasco, Chema pudo salvar el disparo, pero fue blando y regaló el gol a Gameiro, que sólo tuvo que empujar. Encuentro finiquitado en sólo 22 minutos. Y porque los de Simeone parecía que jugaban sin apretar del todo el acelerador, sino la goleada sería humillante.

Griezmann, Gameiro y Correa se pusieron las botas ante las facilidades de la defensa granota

El Levante mostraba su aspecto más débil, temeroso y vulnerable, un juguete para la velocidad de los delanteros rojiblancos, que se dieron un festín. Griezmann y Koke se hincharon a dar asistencias ante las continuas facilidades que le daba la defensa granota. Pero todo esto tenía como origen las constantes pérdidas de balón de Campaña y Doukouré en el centro del campo, que provocaban las oleadas rojiblancas hacia el área, ya que al robar la pelota pillaban a los azulgranas descolocados y con un espacio letal a su espalda.

Muñiz dio entrada a Ivi en la segunda parte para reactivar un ataque dormido y reemplazó a Jason. Con un poco de empuje, Unal llegó a tener una ocasión clara que no pudo definir en gol, igual que poco después hizo Morales. Pero el técnico no varió la defensa, que estaba teniendo una actuación desastrosa, y de nuevo por ahí llegó el tercero del Atlético. Otra vez Gameiro tras aprovechar que sus compañeros encontraron el hueco que dejó la defensa levantinista.

Después fue Griezmann el que se sumó a la fiesta con otros dos tantos más. Desde luego el Ciutat sirvió para enchufar a los delanteros colchoneros, que estaban pasando una mala etapa. Por fortuna sólo fue un partido para el Levante. El viernes en Málaga tiene la obligación de recuperar su dignidad y lograr una victoria para alejarse del descenso.

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