El atasco del director deportivo

Muy prontito, poco antes de las diez de la mañana de ayer, Miguel Ángel Gómez fue claro a través de las redes sociales: «Sé quién soy, con mis muchos defectos y mis pocas virtudes. No voy a dejar en la estacada en un momento tan difícil como este a un club del que estoy enamorado. Es cierto que con el corazón se hacen locuras que la razón no entiende... Pero así soy yo️. Hicimos cosas mal la temporada pasada que si las repetimos harán que esta temporada nos vayamos a segunda división, y yo con vosotros hasta ese último aliento que estáis dispuestos a darnos siempre. Seguiré hasta el final al lado de mi amigo Sergio y su cuerpo técnico, disfrutaré del día a día con ellos y con nuestros jugadores. Mi pasión es el trabajo con la cantera y mi ilusión que a los chavales los dirijan los nuestros, gente que sabe lo que significa el escudo que llevan en la camiseta. Y dicho esto, a las 10:00 reunión de trabajo, con mis compañeros del club para intentar que esta nueva temporada corrijamos errores, el club logre consolidarse en primera división, y que hagamos esto sin medallas, sin egos, Todos juntos, como una familia, como somos nosotros. Un abrazo de gol para todos».

Este fue el mensaje que dejó claro que la apuesta deportiva y económica del Levante no han sido suficientes para marcharse del Valladolid. Tras descartar a Gómez, ahora llega de nuevo el momento de Quico Catalán. Deberá activar algunas otras opciones. Hasta ahora los nombres que se han vinculado a la entidad granota han sido David Navarro, Pep Serer e incluso Luis Helguera, que regresaría tras marcharse hace unos días. La necesidad apremia, ya que el club cuenta con 30 futbolistas con contrato para la próxima temporada y hay que aligerar el número para poder dar entrada a nuevos fichajes.