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Morales define el primer gol del Levante después de haber controlado y superado a Courtois. AFP

El Levante asalta la Galaxia

Morales y Roger se aprovechan de la ansiedad del Real Madrid en el inicio y el equipo sabe sufrir atrás para imponerse en el Bernabéu

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Jueves, 1 de enero 1970

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El Real Madrid recibe al Levante UD en el partido correspondiente a la jornada 9 de Liga, a las 13 horas en el Santiago Bernabéu.

Los de Paco López llegan al choque con los mismos goles a favor que el conjunto blanco. Once inicial: Oier, Róber Pier, Postigo, Cabaco, Toño, Jason, Bardhi, Campaña, Rochina, Roger y Morales.

Once de Julen Lopetegui: Courtois, Ramos, Varane, Mariano, Modric, Marcelo, Casemiro, Lucas, Odriozola, Asensio e Isco.

Sigue el partido en directo en lasprovincias.es.

LA PREVIA de Moisés Rodríguez

La broma fácil sería afirmar que el Levante puede trasladar esta mañana la gota fría a la Castellana. No está para chistes Julen Lopetegui, para quien el parón de la Liga ha sido un suplicio. Desde la derrota en Vitoria, al técnico del Real Madrid no han dejado de ajustarle la soga al cuello. En Italia se ha afirmado esta semana que Florentino Pérez ha contactado con Antonio Conte por si hoy se desata la tempestad en el Santiago Bernabéu con otro mal resultado de los locales. Lo cierto es que el conjunto blanco tendrá enfrente uno de esos rivales peligrosos, de los que no tienen nada que perder pero que tampoco renuncian a nada.

Sí, ese es el Levante, que habría transitado sin problemas por el segundo parón de la temporada si no hubiese sido por la milagrosa recuperación temporal de Vukcevic en Montenegro. El centrocampista se quedó en Valencia ayer a tratarse de su lesión y a reflexionar sobre sus actos. «Debe poner el máximo esfuerzo al servicio del club que le paga». La declaración de Paco López sonó a colleja. Quizás amistosa, pero a colleja al fin y al cabo.

Mientras el Levante siga en el estado de bonanza actual, Vukcevic tiene un mes para redimirse. Puede que le venga hasta bien el nuevo parón en noviembre, donde podrá demostrar si ha entendido ya que es el fichaje más caro de la historia del club que le paga. Si el equipo sigue progresando adecuadamente, no habrá nervios, que estuvieron a flor de piel tras la debacle en Valladolid, el único encuentro en que el balcánico ha sido titular.

Lopetegui recupera a Marcelo y a Isco para un partido que puede ser una final para él

El Levante alcanzará el cuarto de Liga con la media de puntos que necesita para el objetivo. Así, volviendo a lo del partido de hoy, presión cero. Es de esos días en los que puntuar vale doble. Entra dentro de los planes perder en el Bernabéu, pero rascar un empate se consideraría un regalo. Y si ya es la victoria...

Máxime en un estadio donde el Levante tradicionalmente ha salido goleado. Oier ha visto perforada 14 veces su portería esta temporada. El equipo tendrá a su favor la ansiedad de un Real Madrid cuya ansiedad irá en aumento a cada segundo que transcurra sin marcar: lleva ya sin hacerlo más de 400 minutos en Liga.

Al partido llegan ambos conjuntos con los mismos tantos a favor en el campeonato: 12. El Levante tiene artillería de sobra para hacer goles: la velocidad de Morales, el oportunismo de Roger, la magia de Bardhi a balón parado... la cuestión es si será capaz de hacerse fuerte atrás, como hace dos semanas en Getafe.

Para ello se espera que Paco López siga apostando por el sistema con el que se encadenaron las victorias en el Coliseum y frente al Alavés. Boateng se ha entrenado desde el jueves y Mayoral no puede jugar porque la cláusula del miedo introducida por el Real Madrid convierte su concurso en prohibitivo. Así, la dupla en ataque la podrían integrar Roger y Morales. La otra gran duda reside en si Bardhi estará en condiciones de jugar los 90 minutos o sale de inicio Prcic o Doukouré.

Quizás uno de los dos vea el partido desde la grada, pues Paco López se llevó a los disponibles. Tendrá que descartar a un portero -posiblemente Koke- y a un futbolista de campo. En Valencia se quedaron Samu García, que no cuenta, Mayoral, y los lesionados o tocados: Luna (aunque suena más a descarte técnico), el mencionado Vukcevic y Coke.

El aire fresco en un partido que puede ser una final para él le llega a Lopetegui desde la enfermería. Para hoy tiene sólo la baja segura de Carvajal. Recupera a Marcelo y a Isco después de la apendicitis que le apartó también de la selección. El malagueño ya le marcó un gol al Levante la pasada temporada en Orriols.

Ganar en un estadio como el Bernabéu es síntoma de buena salud de un vestuario como el del Levante. Derrotar al Real Madrid de la forma en que lo hizo ayer denota madurez. Ya no es sólo que Paco López haya comido la cabeza a los futbolistas para que sean valientes y disfruten. El técnico valenciano ha predicado con el ejemplo, demostrando atrevimiento independientemente del rival. Sí, y eso el entorno de un club grande no parece entenderlo, para vencer en ciertos escenarios hace falta una importante dosis de fortuna. Pero la suerte hay que buscarla y los granotas lo hicieron explotando sus virtudes ofensivas y defendiendo como si no hubiera un mañana. Eso fue en esta ocasión suficiente para asaltar la galaxia.

El conjunto de Lopetegui atacó más, tiró tres veces a los palos y le anularon dos goles. Excusas de un equipo que ha estado casi cinco partidos sin marcar, algo impropio del Real Madrid: 465 minutos pasaron desde el tanto de Asensio al Espanyol hasta el 1-2 de Marcelo. El Levante aprovechó esa sed, esa ansiedad para asfixiar a su rival.

Los locales salieron tan decididos a marcar cuanto antes que olvidaron su espalda. Eso lo traía el Levante perfectamente estudiado de casa. A la primera que tuvo, Postigo lanzó un pase en largo a la espalda de los centrales y ahí, Morales hizo el resto. El Comandante controló, sorteó a Courtois y ejecutó. Hay quien insiste en que es poco ortodoxo, pero ya nadie duda de su eficacia. Incluso desde fuera de Orriols empiezan a hacerse cruces con que no haya ido aún a la selección. Luis Enrique tiene otra oportunidad en un mes para solucionar esa injusticia.

Reivindicaciones aparte, el partido se le convirtió en un sueño celestial al Levante en el minuto 6. Sí, con el 0-1 el Real Madrid apretó. Pero también se impacientó la grada y a los blancos les entró el tembleque. Casi sin tiempo para reponerse, Varane, que ya había fallado en el gol de Morales, cometió un penalti evitable que transformó Roger.

En esa acción se vio por qué los grandes recelan del VAR. En esa y en otras dos acciones que pudieron haber cambiado el partido. Cuadra Fernández -que cuajó un más que notable arbitraje-, sacó en primera instancia la infracción por mano fuera del área para delicia de Bardhi. Pero cuando el macedonio ya estaba preparado para lanzar, rectificó a instancias del vídeo arbitraje.

Más llama la atención que tuviese que echar también mano de la tecnología para anular el tanto de Asensio. Y sobre todo, que fuese el VAR el que percibiese el fuera de juego en un córner después de que su asistente le indicase que el tanto era legal. Curiosamente, el mismo línier que luego pegó el banderazo -las indicaciones son de que hay que dejar seguir- en una cabalgada de Morales en la que el Comandante arrancó de campo propio. Ya se sabe lo de que en caso de duda, casi siempre la moneda cae del lado del grande. El vídeo arbitraje parece destaparse como una especie de Robin Hood para los modestos.

Con el Real Madrid noqueado, el partido cayó en un estado de locura en que podría haberse decantado para cualquier lado. Llegó el gol anulado a Asensio, un remate al larguero de Casemiro y un par de buenas paradas de Oier. Postigo sacó un balón prácticamente bajo palos y Mariano las tenía en el área pero era incapaz de hacerse hueco para rematar. Dentro de haber dado con la tecla, Paco López tiene ante sí el reto de perfeccionar la banda derecha en su fase defensiva.

Por ahí incidió el Real Madrid, con Marcelo actuando casi de extremo, buscando siempre combinar con Isco o Asensio. Cabaco ayudaba a Jason pero no era suficiente. Habrá que ver si cuando regrese Coke se sutura esa hemorragia. Antes del descanso el Levante volvió a sacar las uñas. Morales aprovechó ese carril que dejaba el lateral brasileño, se dejó caer por ahí y trazó para el recuerdo un quiebro y arrancada en velocidad con el que dejó a Ramos tumbado sobre el césped. Apuró línea de fondo y centró: lástima que Jason no llegase al remate porque hubiera significado el 0-3.

Quizás no se habría padecido tanto en la segunda parte. O sí. Lopetegui sabía que tenía que buscar una reacción porque el 0-2 le sentenciaba. Quitó a Odriozola para dar entrada a Bale. No fue tan valiente como para modificar el dibujo, pero sí quiso meter más dinamita arriba. Sin ser Cristiano, el galés aporta un plus en ataque. El entrenador blanco agotó sus cambios pronto, poniendo sobre el césped a Benzema y a Ceballos. Tuvo que renunciar a Isco, recién recuperado de su ataque de apendicitis.

Con esos retoques y el arreón de orgullo, el Real Madrid metió atrás al Levante, que padeció. Pero esa fue otra buena noticia. Ni rastro del equipo endeble que vivió al filo de la navaja contra Celta o Valladolid. Como por arte de magia, Paco López ha conseguido que se defiendan mejor los balones colgados al área y las acciones de estrategia de los rivales. Oier sufre por alto, mide regular las salidas pero se agigante bajo palos, tiene reflejos y está en un momento de confianza envidiable.

El vasco le tenía ganas al Bernabéu y ya se había desmelenado en la primera parte. Acumuló once paradas, algunas de ellas de mucho mérito como la que le hizo a Bale en el lanzamiento de una falta desde la frontal. Sólo claudicó ante el cañonazo de Marcelo, que llegó tras una pérdida de Campaña en un pase sencillo mal ejecutado. El sevillano fue el mejor en Getafe y es la pieza clave de la medular, pero esos excesos de confianza le penalizan.

Sucedió en Cornellà y ayer contra el Real Madrid, que pudo rascar el empate en el ataque de orgullo del arreón final. Para entonces, Paco López había aportado más músculo a la medular con Doukouré. La lesión de Postigo -otra vez un central tiene que pedir el cambio a lo largo de un partido- le obligó a recurrir a Chema. Ya sólo le quedaba una pieza para darle frescura al equipo.

Con Morales arremangado presionando la circulación de balón blanca, poco se le podía pedir al Comandante. El equipo no tenía el balón ni asustaba merodeando a Courtois. La solución fue Boateng. El africano es mucho más que un goleador. Sus virtudes son otras, como la velocidad, la agresividad y que las gana casi todas por alto. Desde que entró al campo, el Levante padeció mucho menos.

Consumió los minutos para conseguir los tres puntos extra, como suelen calificarse las victorias de los modestos frente a los grandes. El Levante de Paco López asaltó la galaxia. Este es ya un equipo de autor, de uno que cotiza al alta. Todos conocen ya sus virtudes, pero les cuesta frenarlo. Como sucede con Morales, convertido ya en una estrella de la constelación llamada Liga.

Real Madrid

Courtois; Odriozola (Bale, m.46), Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric, Isco (Benzema, m.60); Lucas Vázquez, Marco Asensio (Ceballos, m.60) y Mariano

1

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Levante UD

Oier; Cabaco, Postigo (Chema, m.76), Rober Pier; Jason, Campaña, Rochina (Doukouré, m.67), Bardhi, Toño; Morales y Roger (Boateng, m.79)

  • GOLES: 0-1, m.6: Morales. 0-1, m.13: Roger de penalti. 1-2, m.72: Marcelo

  • ÁRBITROS: Cuadra Fernández (Comité Balear). Amonestó a Marcelo (93) por el Real Madrid; y a Cabaco (53) y Jason (89) por el Levante

  • INCIDENCIAS: encuentro correspondiente a la novena jornada de LaLiga Santander, disputado en estadio Santiago Bernabéu ante 63.423 espectadores. Se rindió homenaje al delegado Agustín Herrerín y se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador del Real Madrid Fernando Serena

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